
Decision Maker
Patricia Bullrich
Presidenta de @proargentina. Dra. en Ciencias Políticas

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Patricia Bullrich
Presidenta de @proargentina. Dra. en Ciencias Políticas

Hola, me sumo a esta petición desde la indignación que me genera como ciudadana, ver las maniobras que lleva adelante el gobierno para arremeter contra todo y todos. Cristina Kirchner, la vicepresidenta, aceleró contra los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli, pero ellos son sólo un obstáculo más en su carrera por hacer de la Argentina una tierra de delincuentes. Hace dos meses, el avance fue contra el Consejo de la Magistratura, luego vino la reforma judicial que escandalosamente aprobó en el Senado; intentó la reformulación de la Corte Suprema de Justicia poniendo a Beraldi, su abogado, al frente de la comisión; por último, pero no menos importante, buscó llevarse puesto al procurador de la Nación, el Dr. Casal. La vicepresidenta aprovecha cada resquicio judicial para entronizar a alguien afín a ella. El único destino posible de esta maniobra es ni más ni menos que la consagración de su impunidad, quedar liberada de culpa y cargo en sus causas judiciales. Para defender a las instituciones también estamos nosotros, la oposición al gobierno de los Fernández. Pese a ser desconocidos y maltratados por Sergio Massa en Diputados, defendimos la institucionalidad de la Cámara y lo obligamos a sentarse a la mesa a dialogar. Y también está la sociedad en su conjunto, que salió a la calle cuando ocurrió lo de Vicentín, o el 17 de agosto cuando sentíamos que la agenda del gobierno estaba disociada de lo que los argentinos necesitamos. Desde mi lugar, yo voy a luchar para que estos 3 jueces resistan y se mantengan en su lugar, y espero que la Corte entienda el hecho de la misma manera. Bruglia, Bertuzzi y Castelli son un símbolo de defensa de las instituciones. No están solos.
Hola, me sumo a esta petición desde la indignación que me genera como ciudadana, ver las maniobras que lleva adelante el gobierno para arremeter contra todo y todos. Cristina Kirchner, la vicepresidenta, aceleró contra los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli, pero ellos son sólo un obstáculo más en su carrera por hacer de la Argentina una tierra de delincuentes. Hace dos meses, el avance fue contra el Consejo de la Magistratura, luego vino la reforma judicial que escandalosamente aprobó en el Senado; intentó la reformulación de la Corte Suprema de Justicia poniendo a Beraldi, su abogado, al frente de la comisión; por último, pero no menos importante, buscó llevarse puesto al procurador de la Nación, el Dr. Casal. La vicepresidenta aprovecha cada resquicio judicial para entronizar a alguien afín a ella. El único destino posible de esta maniobra es ni más ni menos que la consagración de su impunidad, quedar liberada de culpa y cargo en sus causas judiciales. Para defender a las instituciones también estamos nosotros, la oposición al gobierno de los Fernández. Pese a ser desconocidos y maltratados por Sergio Massa en Diputados, defendimos la institucionalidad de la Cámara y lo obligamos a sentarse a la mesa a dialogar. Y también está la sociedad en su conjunto, que salió a la calle cuando ocurrió lo de Vicentín, o el 17 de agosto cuando sentíamos que la agenda del gobierno estaba disociada de lo que los argentinos necesitamos. Desde mi lugar, yo voy a luchar para que estos 3 jueces resistan y se mantengan en su lugar, y espero que la Corte entienda el hecho de la misma manera. Bruglia, Bertuzzi y Castelli son un símbolo de defensa de las instituciones. No están solos.

Hola, Voy a empezar citando el título de la petición como una manifestación de lo que pienso y deseo: NO A LA SALIDA DE PRESOS. Esta negativa lejos está de vulnerar sus derechos y de no atender, por ejemplo, a quienes tienen una carpeta médica con indicación hospitalaria para hacerse diálisis o lo que fuere. Rechazo enérgicamente la salida de los presos con condena porque detrás de este fenómeno está la mano de Cristina Kirchner, avalada por el Presidente Fernández, que utiliza la pandemia para llevar adelante un plan de impunidad sostenido en el manual del ex juez Zaffaroni. Y lo digo de manera clara, porque si hubiera una preocupación real por la salud de los convictos, se podrían utilizar y acondicionar destacamentos y regimientos, o bien utilizar fábricas que hoy se encuentran frenadas, y hasta montar hospitales de emergencia en terrenos aledaños a los servicios penitenciarios para atender la emergencia. Acá hicieron la fácil, aprovecharon el contexto de desborde y quisieron generar una liberación a mansalva, amparándose en que es la Justicia quien libera a los presos. Déjenme decirles que si el Poder Ejecutivo es enérgico en su pedido, y busca garantizar el bienestar de la sociedad extremando las medidas de cuidado y aislamiento de los presos, tal como lo expuse en el párrafo anterior, no es necesaria la intervención de la Justicia. Pretendían que los reclusos se quedaran tranquilos en sus celdas, mientras veían como el secretario de Derechos Humanos pedía la liberación de Jaime? No, claro que no. Buscaban que no exigieran salir al enterarse por TV que Boudou salía de prisión sin una carpeta médica que lo respaldara? Originaron una demanda que empezó a construirse desde la impunidad, y que hoy ya muestra sus consecuencias: presos que salen y vuelven a delinquir. Otros que se van a sus casas como en Marcos Paz, pero sin un domicilio fijado, y muchos otros que seguramente vuelvan a cometer delitos, caminando libremente por los barrios mientras la sociedad los ve pasar encerrada en sus hogares. Mientras fui ministra de Seguridad encarcelamos a miles de narcotraficantes, violadores, abusadores, corruptos, y las fuerzas de Seguridad se desempeñaron con enorme valentía. Imagino sus caras mientras ven cómo esos delincuentes hoy vuelven a los barrios impunemente. A sembrar miedo donde había regresado la esperanza. Yo me encontraré siempre en el mismo lugar: defendiendo a las víctimas, a sus familiares, y luchando para que los delincuentes cumplan sus condenas tras las rejas. Muchas gracias.
Hola, Voy a empezar citando el título de la petición como una manifestación de lo que pienso y deseo: NO A LA SALIDA DE PRESOS. Esta negativa lejos está de vulnerar sus derechos y de no atender, por ejemplo, a quienes tienen una carpeta médica con indicación hospitalaria para hacerse diálisis o lo que fuere. Rechazo enérgicamente la salida de los presos con condena porque detrás de este fenómeno está la mano de Cristina Kirchner, avalada por el Presidente Fernández, que utiliza la pandemia para llevar adelante un plan de impunidad sostenido en el manual del ex juez Zaffaroni. Y lo digo de manera clara, porque si hubiera una preocupación real por la salud de los convictos, se podrían utilizar y acondicionar destacamentos y regimientos, o bien utilizar fábricas que hoy se encuentran frenadas, y hasta montar hospitales de emergencia en terrenos aledaños a los servicios penitenciarios para atender la emergencia. Acá hicieron la fácil, aprovecharon el contexto de desborde y quisieron generar una liberación a mansalva, amparándose en que es la Justicia quien libera a los presos. Déjenme decirles que si el Poder Ejecutivo es enérgico en su pedido, y busca garantizar el bienestar de la sociedad extremando las medidas de cuidado y aislamiento de los presos, tal como lo expuse en el párrafo anterior, no es necesaria la intervención de la Justicia. Pretendían que los reclusos se quedaran tranquilos en sus celdas, mientras veían como el secretario de Derechos Humanos pedía la liberación de Jaime? No, claro que no. Buscaban que no exigieran salir al enterarse por TV que Boudou salía de prisión sin una carpeta médica que lo respaldara? Originaron una demanda que empezó a construirse desde la impunidad, y que hoy ya muestra sus consecuencias: presos que salen y vuelven a delinquir. Otros que se van a sus casas como en Marcos Paz, pero sin un domicilio fijado, y muchos otros que seguramente vuelvan a cometer delitos, caminando libremente por los barrios mientras la sociedad los ve pasar encerrada en sus hogares. Mientras fui ministra de Seguridad encarcelamos a miles de narcotraficantes, violadores, abusadores, corruptos, y las fuerzas de Seguridad se desempeñaron con enorme valentía. Imagino sus caras mientras ven cómo esos delincuentes hoy vuelven a los barrios impunemente. A sembrar miedo donde había regresado la esperanza. Yo me encontraré siempre en el mismo lugar: defendiendo a las víctimas, a sus familiares, y luchando para que los delincuentes cumplan sus condenas tras las rejas. Muchas gracias.

Hola, quiero contarte mi posición respecto a la llegada de médicos cubanos a la Argentina, para afrontar la emergencia en materia sanitaria. Pero antes de ello quiero que sepas que la formación de los médicos argentinos es muy buena, e incluso la ratio (cantidad de médicos por habitantes) está por encima de la media de muchos países europeos. Dicho esto, me gustaría establecer una serie de prioridades que el Gobierno debería contemplar antes de tomar medidas tan extremas como la de traer médicos cubanos a nuestro país. - Que los 200 médicos y paramédicos argentinos varados en el mundo, que además ya manifestaron su deseo de regresar al país, puedan hacerlo y cumplir la cuarentena aquí, para luego ponerse a disposición. - Que todos los estudiantes de medicina que se encuentren en la última etapa de su carrera puedan cooperar, y que su labor sea reconocida por el Ministerio de Salud de la Nación, arbitrando todos los medios necesarios para garantizar la idoneidad y capacidad de los jóvenes que estarán al servicio de la población. - Agilizar la entrega de títulos para aquellos médicos que tan sólo esperan su matrícula para poder ejercer la profesión. - Apelar a la cooperación y la dedicación de todos los médicos y paramédicos extranjeros que se forman aquí, y que hoy trabajan en nuestro sistema de Salud. Una vez agotadas todas las vías posibles en nuestro país, y ante una hipotética situación de desborde, se podrían contemplar otras alternativas para robustecer el sistema de salud y emergencia. Pero quiero hacer una distinción con respecto a la situación de los médicos cubanos. - Alcanza con mirar experiencias en otros lugres del mundo para entender que la incorporación de médicos cubanos que no conocen el terreno o que carecen de formación, sólo genera más caos sanitario, agudiza el problema y convierte a estos contingentes en parte del problema. - Además, el costo de transportarlos, garantizar su seguridad y mantenerlos, es excesivamente alto. Dejo dos motivos políticos para el final, igual de importantes que los anteriores: - La política cubana en materia de Derechos Humanos es de mínima cuestionable, porque la mayor parte del salario que ellos ganan afuera de su país es retenido por el propio Estado en carácter de “trabajo de exportación”. - Y las familias de los médicos cubanos que salen de la Isla, quedan “marcadas” bajo la atenta mirada del gobierno. Esa es la “garantía” de la cual se vale Cuba para que estos regresen una vez finalizado su trabajo. Creo en el sistema médico argentino. Creo en nuestros médicos y sanitaristas, y creo que tenemos una enorme fuente de recursos aquí como para andar buscando parches a una situación que hoy no los necesita. Dejemos que los médicos argentinos nos cuiden, y brindémosles un enorme reconocimiento cada vez que tengamos la posibilidad. Patricia Bullrich - Doctora en Ciencia Política
Hola, quiero contarte mi posición respecto a la llegada de médicos cubanos a la Argentina, para afrontar la emergencia en materia sanitaria. Pero antes de ello quiero que sepas que la formación de los médicos argentinos es muy buena, e incluso la ratio (cantidad de médicos por habitantes) está por encima de la media de muchos países europeos. Dicho esto, me gustaría establecer una serie de prioridades que el Gobierno debería contemplar antes de tomar medidas tan extremas como la de traer médicos cubanos a nuestro país. - Que los 200 médicos y paramédicos argentinos varados en el mundo, que además ya manifestaron su deseo de regresar al país, puedan hacerlo y cumplir la cuarentena aquí, para luego ponerse a disposición. - Que todos los estudiantes de medicina que se encuentren en la última etapa de su carrera puedan cooperar, y que su labor sea reconocida por el Ministerio de Salud de la Nación, arbitrando todos los medios necesarios para garantizar la idoneidad y capacidad de los jóvenes que estarán al servicio de la población. - Agilizar la entrega de títulos para aquellos médicos que tan sólo esperan su matrícula para poder ejercer la profesión. - Apelar a la cooperación y la dedicación de todos los médicos y paramédicos extranjeros que se forman aquí, y que hoy trabajan en nuestro sistema de Salud. Una vez agotadas todas las vías posibles en nuestro país, y ante una hipotética situación de desborde, se podrían contemplar otras alternativas para robustecer el sistema de salud y emergencia. Pero quiero hacer una distinción con respecto a la situación de los médicos cubanos. - Alcanza con mirar experiencias en otros lugres del mundo para entender que la incorporación de médicos cubanos que no conocen el terreno o que carecen de formación, sólo genera más caos sanitario, agudiza el problema y convierte a estos contingentes en parte del problema. - Además, el costo de transportarlos, garantizar su seguridad y mantenerlos, es excesivamente alto. Dejo dos motivos políticos para el final, igual de importantes que los anteriores: - La política cubana en materia de Derechos Humanos es de mínima cuestionable, porque la mayor parte del salario que ellos ganan afuera de su país es retenido por el propio Estado en carácter de “trabajo de exportación”. - Y las familias de los médicos cubanos que salen de la Isla, quedan “marcadas” bajo la atenta mirada del gobierno. Esa es la “garantía” de la cual se vale Cuba para que estos regresen una vez finalizado su trabajo. Creo en el sistema médico argentino. Creo en nuestros médicos y sanitaristas, y creo que tenemos una enorme fuente de recursos aquí como para andar buscando parches a una situación que hoy no los necesita. Dejemos que los médicos argentinos nos cuiden, y brindémosles un enorme reconocimiento cada vez que tengamos la posibilidad. Patricia Bullrich - Doctora en Ciencia Política