Abusos sexuales: la Iglesia católica debe asumir su responsabilidad

Abusos sexuales: la Iglesia católica debe asumir su responsabilidad
La Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia de Francia (Commission Indépendante sur les Abus Sexuels dans l'Eglise (CIASE) permitió esclarecer la realidad de los hechos respecto de las violencias sexuales en la Iglesia. Las víctimas tienen derecho a reparación del prejuicio sufrido por ellas; los responsables de la Iglesia deben actuar en coherencia con el discurso que se le presupone.
La labor realizada por la CIASE permitió esclarecer con certeza, precisión y rigor la realidad de los hechos de violencia sexual por parte de clérigos en el territorio francés. Las asociaciones de víctimas consideran encomiable esta labor inmensa y agradecen sinceramente a la CIASE el haberla llevado a su término.
Dichos crímenes, cometidos contra menores y mayores de edad, ya nunca podrán ser discutidos ni minimizados. La propia CIASE cualificó como “obra de muerte” estos actos violentos y su disimulación ya no se podrá achacar exclusivamente a desviaciones personales sino a una desviación inherente a la institución eclesial. Estas revelaciones obligan a la Iglesia a tomar decisiones drásticas y a acometer reformas estructurales que deberán ser llevadas a cabo por los obispos y todos los responsables eclesiales hasta el más alto rango.
Tanto las víctimas como los autores de estos actos violentos son ante todo ciudadanos franceses para quienes los principios de igualdad y justicia no pueden quedarse en meras palabras huecas. No obstante, aun cuando las vías judiciales hayan prescrito y sus autores hayan fallecido, la institución eclesial no puede sustraerse, amparándose en estos motivos, a su obligación, siquiera moral, de reparación al encuentro de todas las víctimas, a la altura real de los prejuicios sufridos.
Las víctimas de todo el mundo esperan a que los responsables eclesiales aporten públicamente la prueba y la garantía de que están tomando eficazmente los medios de lograr concreta y completamente el objetivo que afirman querer alcanzar: hacer que cesen los abusos de los clérigos, y que la Iglesia sea una casa segura. Esperamos de los obispos y responsables religiosos de todo rango que respeten y apliquen cada una de las preconizaciones de la CIASE, la comisión de investigación que ellos mismo han creado. La humanidad entera será testigo, desde este instante, de sus acciones al respecto. Ya no es tiempo para palabras que solo implican a quienes las escuchan ¡y que eximirían a la Iglesia y a sus representantes de traducirlas en actos!
Por consiguiente, hacemos un llamamiento a todas las víctimas y a todas las personas que se sientan afectadas, donde sea que se encuentren, para que se unan con fuerza y determinación con el fin de que la Iglesia avance, para que cese la tentación de soterrar los crímenes de sus miembros, para lograr que sus dirigentes asuman sus responsabilidades en todos los escalafones y sin dilación.
Firman: el grupo de víctimas, de asociaciones y colectivos en Francia : association Comme une Mère Aimante, Collectif des victimes Aumônerie du lycée d'Enghien, association Parler et Revivre, Laurence Poujade et l'association Sentinelle, Michèle-France Pesneau, François Devaux, Yolande du Fayet de la Tour