Acabemos con los asesinatos perpetrados por veterinarios-carniceros

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Bárbara Rodríguez Abreu ha iniciado esta petición dirigida a Consejo general de colegios de veterinaria de España

Se supone que el acto de esterilizar a una perra es un acto de responsabilidad por parte del dueño ¿Pero qué pasa cuando en este tipo de intervenciones tan necesarias y promovidas el animal pierde la vida? Esta es la historia de Moira. Una perra joven, sana,  atlética, cariñosa con otros animales y personas, alegre y que no hacía daño a ningún otro ser. Era mi compañera, la salvé de cachorro de un individuo que quería matarla al no saber qué hacer con ella. Tres años día a día con su luz y energía que me ha sido arrebatada por un supuesto veterinario. 

Todo empezó en un consultorio cualquiera.  La operación se había concertado con cuatro días de antelación y el ''veterinario'' no se tomó ni la molestia de arreglar la báscula estropeada desde hacía ya días. Peso en kg y dosis son cuestiones inseparables. Nada de ficha con datos personales (sólo el teléfono) ni preguntas sobre el historial de la perra.  Llegó el momento y la entró a ''quirófano''. En apenas una hora después me llama diciendo que estaba todo listo. La voy a buscar y de inmediato observo que algo no va bien. La perra me la presenta toda ensagrentada y padeciendo demasiado dolor. Él insiste que todo es normal y me la lleve a casa. Nada de factura ni de informe. Pocas horas depués le hago llamar para que venga y la examine, no es normal el dolor que sufre. A pesar del dolor la perra se levanta sangrando y sale de casa para derrumbarse en el campo. A la hora viene el ''veterinario'' y con toda frialdad espeta: ''se está muriendo'' y le pincha una sustancia sin dar opción a otra alternativa y sin consentimientos de ningún tipo. A los cinco minutos muere. 

Investigando con el abogado, la clínica cuenta con varias denuncias previas e irregularidades graves. Es posible que el sujeto no cuente ni con la debida colegiación ni que sea una empresa legal. Estamos trabajando para cerrarle la clínica e inhabilitarle o castigarle por intrusismo.

¡No deberíamos tener miedo de dejar a nuestros animales en un veterinario para una operación con una mortalidad perioperatoria del 0.03%! (según varios estudios oficiales, entre ellos de vets&clinics). Las normas y los protocolos se han de cumplir para evitar muertes y sufrimientos innecesarios, así que por favor, exijamos al  Consejo General de colegios de Veterinarios de España un seguimiento y control más exhaustivo de los profesionales y consultorios donde éstos ejercen. Firmando esta petición le estás haciendo un favor de inconcebible valor a los animales y a los dueños. Te puede tocar a ti y ésto es lo que debemos evitar, que elegir a un veterinario no se convierta en sentencia de muerte. Moira estaba completamente sana hasta que este sujeto metió sus manazas en ella. 

¡Hagamos justicia!

 

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