Afectaciones a salud y medio ambiente en el sur y poniente CDMX por nuevas rutas de vuelo

Afectaciones a salud y medio ambiente en el sur y poniente CDMX por nuevas rutas de vuelo

La decisión de reordenar el espacio aéreo para facilitar la operación del futuro aeropuerto internacional Felipe Ángeles no fue consultada ni notificada a quienes hoy nos vemos por ella seriamente afectados. Desde el pasado jueves 25 de marzo de 2021 sobrevuelan importantes zonas del sur y poniente de la Ciudad de México, de manera constante, día y noche, en promedio ocho aviones cada hora, en fase de descenso y aproximación al AICM.
La contaminación sonora y ambiental que producen las aeronaves en su descenso daña a la salud de habitantes y de pacientes de hospitales (concentrados en alta densidad en estas zonas): genera estrés, agudiza enfermedades preexistentes, trastorna el sueño y perturba la tranquilidad indispensable para una vida sana. Asimismo, estropea el desempeño de actividades productivas que requieren un mínimo de quietud (grabaciones, clases y consultas online, estudio, etc.) con el agravante de que la crisis sanitaria obliga a realizarlas en casa. Además, perjudica al patrimonio con la consecuente depreciación de propiedades, y afecta a la fauna de parques y bosques urbanos, altamente sensible al sonido. En suma, impacta severamente en perjuicio de la vida, el medio ambiente y la actividad socioeconómica.
Cabe recordar:
a) que por ruido se entienden los sonidos o vibraciones en niveles que produzcan alteraciones, molestias, riesgos o daños para la salud de las personas y sus bienes, o que causen impactos significativos sobre el ambiente;
b) que la Organización Mundial de la Salud establece que el ruido es el segundo factor más perjudicial para la salud después de la contaminación del aire;
c) que llega a causar fatiga e inestabilidad emocional, por lo que la combinación de estos males a largo plazo y la constante exposición a altos niveles de ruido deteriora la salud, la calidad de vida, y cambia la forma en que las personas realizan sus actividades y su desarrollo social.
Quienes suscribimos la presente, habitantes del sur y poniente de la Ciudad de México severamente afectados por esta súbita modificación, hacemos un llamado a que se respeten a cabalidad la Ley Ambiental de Protección a la Tierra del Distrito Federal, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, cuyo cumplimiento están obligadas a garantizar las propias autoridades y que previenen este tipo de atropellos. Exigimos con el debido respeto, la reconsideración inmediata de esta medida a todas luces perjudicial en más de un sentido para la población.
Señor Presidente, Señora Jefa de Gobierno, la paz, la tranquilidad y la salud de las personas no son privilegios: son derechos humanos.