Los Centros de Día deben ser considerados como servicios fundamentales.

Nuestros mayores se enfrentan a mucho más que el riesgo al contagio al COVID-19, nuestros mayores tienen una edad muy avanzada, se enfrentan a numerosas enfermedades, a una edad que avanza sin entender de cuarentenas y a una vida pasiva que es tóxica para sus capacidades, son ya 8 meses de enfrentamiento a este coronavirus, periodos interminables de cuarentena y aislamiento, que aunque digan que son males menores, en estos casos son males igual de letales que al riesgo de contagio del que se quiere defender y si son tomados en cuenta como una suma de riesgos en edades avanzadas es mucho más peligroso en mortalidad y empeoramiento de calidad de vida.

Ha llegado el momento de instaurar una nueva normalidad real, debemos aprender a convivir con este riesgo y a poner medidas de protección, el aislamiento de no acudir a los Centros de Día no protege a los mayores ya que SIEMPRE necesitan de nuestros cuidados, ayuda y apoyo, cuando nosotros no prestamos nuestros servicios alguien debe hacerlo, acaban rotando entre distintos familiares y trabajadores por cuenta ajena, que entran y salen dentro del domicilio del mayor, y en muchos momentos sin estar formados y sin poder o saber poner las medidas de protección necesarias, una de las mayores fuentes de contagios son las reuniones familiares, y al producirse rotaciones en los cuidados de los mayores esas burbujas de protección se rompen, en las familias hay muchos trabajadores que deben salir a trabajar, cuidadores que deben salir a comprar, niños que deben ir al colegio, la exposición al riesgo es innegable y muchos de esos familiares deben volver a trabajar en un momento económico crítico.

Es necesario diferenciar el servicio y trabajo realizado por un Centro de Día al de una Residencia ante el riesgo de contagio por el coronavirus, en un Centro de Día ante el primer síntoma el mayor no acude al centro y pasa a control médico y aislamiento domiciliario preventivo, en las Residencias el aislamiento desgraciadamente se ha producido dentro de la Residencia cuando el sistema sanitario estaba saturado. El riesgo en un Centro de Día es muy distinto al de las Residencias, sin embargo estas últimas han funcionado a lo largo de toda la pandemia y los centros de días han sido suspendidos.

Muchos mayores han fallecido debido al empeoramiento de sus capacidades y enfermedades en estos meses de “protección”, otros muchos han perdido capacidades que difícilmente volverán a recuperar, la movilidad es fundamental para su salud, otros han perdido la facultad de comunicarse, otros no reconocen a sus familiares o su casa, se han producido trastornos depresivos de mayores que no pueden entender a que se debe este aislamiento, su salud mental también está en juego, a todo esto hay que añadirle las enfermedades a las que se enfrentan individualmente cada persona mayor, todos estos riesgos siguen estando ahí y se hacen fuertes en el aislamiento, con las medidas adecuadas podemos trabajar frente al COVID-19, en esta crisis no podemos permitirnos seguir teniendo a profesionales sanitarios de brazos cruzados por imposición legal.

Con esta petición solicitamos que la labor de los Centros de Día para Mayores se tomen como SERVICIOS ESENCIALES,FUNDAMENTALES, no se vuelva a suspender nuestra actividad y que los Poderes del Estado, Autonomías y Ayuntamientos apoyen y refuercen nuestra labor, no queremos a ni un mayor sin la ATENCIÓN, CUIDADOS y ESTIMULACIÓN profesional que necesitan.

Solicitamos a las autoridades correspondientes que tomen nuestros servicios como fundamentales y respalden y protejan nuestra labor en esta crisis sanitaria, agradecemos que compartan, difundan y apoyen con su firma esta petición.

Gracias, ¡siempre con nuestros mayores!