Grave situación afecta a Marco Antonio Sánchez F, estudiante bachillerato de la UNAM

Grave situación afecta a Marco Antonio Sánchez F, estudiante bachillerato de la UNAM

Ante la grave situación que obligadamente vivió el estudiante de bachillerato de nuestra Universidad, Marco Antonio Sánchez Flores en días recientes, me permito escribirle esta carta pública y, con todo respeto, solicitar su intervención para que el estudiante golpeado, detenido y, quizás sometido a una fuerte y grave violencia física y “mental” por parte de la policía de esta Ciudad de México, que le ha dejado serias secuelas de orden “mental” y probablemente orgánico, sea valorado y atendido en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de nuestra Universidad, ya que en dicho departamento laboran profesionistas serios y capaces que nada tienen que ver con las autoridades capitalinas, cuyo papel ha dejado mucho que desear.
Usted mismo, señor Rector, ha manifestado públicamente su preocupación por estos hechos y por el estado del joven estudiante, así como la misma Universidad, que por medio de la Dirección General de Comunicación Social, hizo pública la postura de nuestra casa de estudios frente a estos tan lamentables como condenables hechos de prepotencia y de abuso de poder.
Se trata, como todos sabemos, de un estudiante, menor de edad que ha sido diagnosticado con “delirium mixto con DEH”. Como exalumno de la licenciatura en nuestra Facultad de Medicina, así como de posgrado, considero -y usted, médico también me dará la razón- que se debe realizar una TAC a Marco Antonio y, tal vez, hasta una resonancia magnética. Su familia, humilde y modesta, dudo que tenga los recursos para sufragar estos altos gastos. Además resulta a todas luces evidente que requiere de una valoración clínica neurológica completa y no sólo psiquiátrica, además de algún tipo de apoyo o terapia psicológica. En nuestra Universidad, sobra decirlo, existe el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, así como el Centro Médico en Ciudad Universitaria. ¿Por qué no proporcionarle a Marco Antonio estos servicios?
Estoy seguro, señor Rector, que usted compartirá esta inquietud. Si las imágenes cerebrales y otros estudios de laboratorio y gabinete no se pueden realizar en las instalaciones universitarias, no será muy difícil conseguir, con su valiosa intervención, la posibilidad de que se le realicen en alguno de los Institutos Nacionales cercanos (Neurología y Neurocirugía, Psiquiatría, Pediatría, Nutrición, etcétera). El apoyo emocional bien puede realizarse en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de nuestra Facultad de Medicina, de la cual me honro de ser exalumno.
Pongamos todavía más en alto el nombre y la Función de la UNAM, pues este desafortunado joven es alumno de ella, así que, por qué no, hacer algo más por él en estos dramáticos y muy dolorosos momentos.
Tenga usted la seguridad de mi consideración y mi agradecimiento,
Jesús R. Martínez Malo, egresado de la UNAM, exalumno del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de nuestra Facultad de Medicina
jmartmalo@gmail.com