Espartaco y Emma son dos perritos que no han tenido una vida sencilla. ¿Y qué perrito puede tener una vida sencilla cuando desde el Estado no se garantiza una política pública de castraciones masivas, y cuando las personas son crueles e indiferentes?

Ellos son dos víctimas más de un sistema que es indiferente y que maltrata y socava los derechos de los animales. Ellos sufrieron golpes, pasaron frío, hambre, miedo, peleas con otros perritos por la comida y sintieron las gotas de lluvia helada en su cuerpo. Además, han sido echados de múltiples lugares por el simple hecho de ser animalitos. Pero todo cambió cuando se conocieron. Allí, se creo un vínculo que no ha podido romperse por nada del mundo. Ellos siguieron pasando frio y hambre, siguieron estando invisibilizados, pero juntos. No hay uno sin el otro. 

Mucha gente de Necochea seguramente los ha visto por las calles, acompañando a un hombre conocido como "Taca". Es un señor que está en situación de calle, y que actualmente está pasando por un estado delicado de salud general, razón por la cual es albergado en la Parroquia "Nuestra Señora de Lourdes". Pero ellos no se separan de él; se quedan esperándolo toda la noche en la plaza de la 83 entre 4 bis y 6, para encontrarlo nuevamente al día siguiente. 

Tomando conocimiento de esta situación, se ha decidido colocar una cucha contra uno de los árboles de la plaza, para que de esta manera, puedan pasar los días de lluvia y de frío de una manera más humana. La cucha es una manera de restituir los derechos que le fueron quitados durante mucho tiempo. 

Por eso, pedimos que esa cucha se mantenga allí. Nos comprometemos a garantizar que el sector en el que estén los perros esté ordenado y limpio. 

Por favor, si alguien observa que comienza a romperla o intenta sacarla de allí, intenten impedirlo y den aviso a cualquiera de estos dos números: 2262 475151 o 2262 649050. 

Pensá, ¿a vos te gustaría estar en su lugar?

Hay que ser más humano, humano.