Mi nombre es Maribel y me he gastado todo el dinero que tenía en conseguir que mi hijo lo fuera oficialmente.

En España las parejas formadas por dos mujeres que tienen un proyecto de familia, tienen que casarse para poder reconocerse ambas como madres de su hijo o hija. Ninguna otra pareja en España tiene que firmar un contrato de matrimonio para que sus hijos sean suyos, pero esa desigualdad no ha sido resuelta aún.

Yo tuve un hijo hace 9 años con una mujer que fue la que se quedó embarazada por inseminación artificial y nunca nos casamos: primero porque entonces no teníamos ese derecho y después porque nos separamos. Eso ha servido de excusa al Estado para someterme a una lucha encarnizada en los tribunales para que mi hijo cuente con mi amparo legal, para que tenga derecho a estar conmigo, para yo tener derecho a ser su madre en los papeles. Una sentencia del Tribunal Supremo me reconoce el derecho a filiarlo: como dice mi hijo, me han dado la titularidad.

Esta situación injusta, denigrante y enormemente costosa que también están sufriendo otras mujeres, tiene que ser solventada. Por eso te pido que firmes esta petición y apoyes un cambio en la legislación española que no obligue a las mujeres a casarse para ser madres. Porque el matrimonio igualitario es un derecho, no una imposición.