En los últimos años, el bosque ribereño del río Maullín, ubicado en el sur de Chile, ha visto transformaciones aceleradas, que fragmentan el Hualve y debilitan el hábitat y corredor biológico que es el Maullín.

Hoy estamos viendo los efectos de la falta de políticas de protección de este tipo de ecosistemas, con parcelaciones sin regulación alguna, perturbaciones derivadas de los animales domésticos, ruidos, residuos, iluminación, aguas servidas… es decir, el río Maullín, Santuario de la Naturaleza, fuente de vida y diversidad, está viviendo un ecocidio. 

Los invitamos a tomar responsabilidad, la situación es urgente, no hay tiempo que perder. 

Necesitamos que se implementen políticas enfocadas en la protección de este tipo de ecosistemas, que son claves para nuestra flora y fauna local. Debemos exigir medidas concretas de protección, fiscalización y regulación. 

Aún tenemos la oportunidad de conservar el río Maullín; tomemos el desafío de cuidarlo. Al hacerlo, nos cuidamos a nosotros mismos como personas y también como comunidad y cultura. Pensemos en esto ¿Qué paisaje estoy reflejando sobre el Río Maullín con mis acciones, omisiones y obras? ¿Qué tipo de borde río estoy favoreciendo: uno abierto, continuo y salvaje, o uno fragmentado, artificial y humanizado? y ¿Cuál es el río que estoy heredando a quienes me sucederán? ¡Dale una mano al Maullín!