Los bisfenoles son un conjunto de sustancias que tienen efectos de disrupción endocrina en la salud. Causan daños que se traducen problemas relacionados con la fertilidad de las parejas, dificultades durante el desarrollo embrionario, problemas que inciden en el desarrollo neuronal, distintos tipos de cáncer o problemas de obesidad y diabetes.

El coste de eliminar el bisfenol presente en el recubrimiento plástico en el interior de las latas de bebidas de 1 céntimo de euro por envase. Sustituir ese plástico por un recubrimiento sin disruptores endocrinos costaría 0,02 euros por lata.

Todos tenemos plastificantes en sangre y orina y la exposición a estas sustancias causa un costes sanitarios al conjunto de la sociedad que va desde los problemas de fertilidad relacionadas con el recuento de espermatozoides, a problemas del espectro autista y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que podrían explicarse por interferencias químicas en el desarrollo de distintas partes del cerebro, con la pérdida de productividad que implica para los afectados.

En este momento se tramita legislación que podría prohibir los bisfenoles en envases, evitando daños a nuestros hijos, ahorrando costes al sistema sanitario y a la capacidad productiva de las personas que ven reducidas sus facultades por las alteraciones causadas por el uso de ftalatos y bisfenoles en envases alimentarios.

Pero algunos representantes políticos prefieren subvencionar el negocio de las grandes corporaciones transnacionales de la distribución de alimentos envasados a costa de tu salud, la mía y la de nuestros hijos.

Estamos a tiempo de pararlo. Firma y comparte esta petición. Gracias.