Fui delegado en la COP26 de Glasgow. La mayoría de los días sentí desesperación, algunos días hasta lloré. La infiltración de las corporaciones en la conferencia era repugnante: los directores ejecutivos de las empresas más contaminantes del mundo reunidos, presionando descaradamente a los políticos para proteger sus intereses e inflar sus beneficios, diciéndonos que podíamos salvar el planeta consumiendo más sus productos. 

Este año es aún peor: la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) ha anunciado que Coca-Cola será el patrocinador corporativo de la conferencia mundial sobre el clima, la COP27, que se celebrará en Egipto el próximo mes.

El plástico está asfixiando a nuestro planeta y, año tras año, una empresa encabeza el grupo de contaminantes: Coca-Cola.

Coca-Cola gasta millones de dólares en el ‘greenwashing’ de su marca, haciéndonos creer que están resolviendo el problema. Pero, detrás de las cámaras, tiene un largo historial de presión para retrasar y descarrilar las regulaciones que evitarían la contaminación, manteniéndonos adictos al plástico desechable.

Esto debe terminar.

Se supone que las conferencias de la COP son reuniones de líderes nacionales que participan en negociaciones urgentes para prevenir el cambio climático, no una juerga multimillonaria para las empresas contaminantes y sus grupos de presión.

La cumbre del clima debe dejar de recibir el patrocinio de las empresas hoy mismo, empezando por expulsar a Coca-Cola como patrocinador de la COP27.

Por favor, firma esta petición y compártela con tus contactos. Juntos podemos decir a los líderes nacionales que no queremos que los contaminadores se entrometan en nuestras políticas climáticas.