#NoTuPorno - El abuso en plataformas pornográficas debe ser sancionado.

#NoTuPorno - El abuso en plataformas pornográficas debe ser sancionado.

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Miles de mujeres están siendo abusadas, hackeadas y expuestas en Internet en este mismo instante. Las plataformas porno públicas como PornHub y xHamster lo permiten. La policía y la fiscalía lo saben, pero miran hacia otro lado. Exigimos que las plataformas porno asuman su responsabilidad y que los afectados reciban por fin ayuda.
Somos Anna y Nicole. Imágenes íntimas de nosotras desnudas aparecieron en Internet sin nuestro conocimiento y contra nuestra voluntad, con información muy personal -nuestros nombres reales y dónde vivimos- adjunta. Las denominadas "redes de exposición" piratean nuestros dispositivos y difunden nuestros momentos más íntimos en Internet, publicando fotos y vídeos en forma de collage, junto con pies de foto que nos juzgan.
Estas redes de denuncia operan en todo el mundo y están formadas por asociaciones de desconocidos, ex parejas enfadadas y el movimiento misógino Incel. Los inceles (abreviatura de célibes involuntarios/abstencionistas involuntarios) culpan a las mujeres seguras de sí mismas y autodeterminadas de su propia falta de vida sexual y de los problemas del mundo en general.
Por ellos y sus retorcidos planes, una de nosotras recibió mensajes de amigos del colegio contándonos que habían encontrado su cuerpo desnudo en xHamster, mientras que el cónyuge de la otra la confrontaba por las fotos. Hasta eldía de hoy, las ‘dickpics’ aterrizan en nuestras bandejas de entrada, nos envían fantasías de violación de desconocidos y, como resultado, tenemos que volver a buscar nuestras fotos desnudas en Google, luchando contra el ataque de pánico que crece en nuestros cuerpos.
En este mismo instante, decenas de miles de mujeres son hackeadas y sus imágenes desnudas se filtran en Internet. Otras mujeres son filmadas en secreto, o sus fotos son tomadas de Instagram y subidas a galerías en sitios porno para que los hombres puedan usarlas como "plantilla de pajas" - algunos de ellos filmándose a sí mismos, o para que puedan garabatear los insultos más despectivos como comentarios. Los hombres también se ven afectados, especialmente los miembros de la comunidad LGBTQ+. Los adultos son violados, y estos vídeos se suben a la red. También les ocurre a los niños.
A pesar de esta clara y violenta violación a nuestra privacidad, nosotras -y los afectados- no recibimos el apoyo de la policía o de la fiscalía, que se supone están capacitados para ayudar. En su lugar, hemos escuchado consejos como "intenta llamar a Google" o "comprueba que no los has subido tú a algún sitio". Incluso si se abren investigaciones, la mayoría de las veces fracasan por culpa de la fiscalía, que en muchos casos alega la falta de interés público como razón para detener los casos. La consecuencia es que se responsabiliza a muy pocos autores, a pesar de la magnitud de estos delitos. En el caso de Nicole, más de 2.700 delitos fueron cometidos por más de 100 cuentas de usuario, y no se ha hecho nada.
Las plataformas porno rara vez reaccionan de forma adecuada, sobre todo cuando las autoridades investigadoras no les exigen responsabilidades. En el mejor de los casos, eliminan el contenido una vez, pero no hacen nada para evitar que se vuelva a cargar. En el peor de los casos, no hay posibilidad de ponerse en contacto con ellos y, por tanto, el contenido se queda donde está.
Estas empresas están ganando dinero a costa de los hombres que se aprovechan de nosotros: no tienen ningún incentivo para cambiar su comportamiento. Mientras tanto, nosotras tenemos que explicar a nuestras familias, amigos y empleadores que nuestras imágenes desnudas están en algún lugar de Internet.
Como pueden imaginar, las afectadas sufren trastornos de ansiedad, depresión, pensamientos suicidas e intentos de suicidio. ¡Estamos hartas! Junto con HateAid, Anna Nackt y Am I in Porn, exigimos que se ponga fin a que fiscales, plataformas y legisladores hagan la vista gorda ante este comportamiento.
Nuestros casos no son en absoluto aislados, ni los peores. Por eso necesitamos mecanismos eficaces que den a los afectados el poder de defenderse y hacer valer sus derechos. Al mismo tiempo, es necesario que las fuerzas del orden apliquen plenamente la legislación vigente y traten a los afectados con la seriedad y la empatía que merecen.
A nivel de la UE, exigimos que la futura Ley de Servicios Digitales garantice una mejor regulación de las plataformas de Internet que comparten contenidos pornográficos. Esto incluye, entre otras cosas:
- La designación de una persona de contacto a nivel nacional.
- Un proceso de verificación obligatorio (no una obligación de nombre claro) para los usuarios que quieran subir contenidos.