Somos habitantes rurales del centro del país, que nos vemos afectados por la actividad de cacería de especies autoctonas con Galgos, en los campos de producción agropecuaria.

Los Galgueros entran a las propiedades privadas a correr especies autoctonas como la liebre, el Ñandu, venados, etc. generando daño sobre especies protegidas, pero además, a nivel de las producciones agropecuarias, hacen daños en rodeos bovinos, ovinos, sobre cultivos, alambrados; y son tremendamente prepotentes cuando se les pide que salgan de la propiedad privada.

Hay en el medio un maltrato del Galgo en el traslado de los animales, luego como son carreras organizadas y hasta campeonatos con apuestas de dinero, se los prepara con drogas, en la pelea con las presas, muchas veces resultan heridos, o se rompen en la carrera, o simplemente no corren bien, por lo tanto los abandonan en el campo. Galgo que después aparece perdido, desorientado, hambriento, etc.

Estos personajes ingresan sin ningún tipo de permiso a realizar una actividad que está prohibida en la provincia de Buenos Aires, pero no lo suficientemente penada, y por lo tanto, vuelven al poco tiempo, previo pago de una multa muy poco onerosa. 

Hace falta una LEY NACIONAL que prohiba esta actividad que vulnera los derechos del animal, de la fauna, de la producción y de la seguridad del habitante rural.