El 9 de noviembre de 2022, por primera vez en su historia, se celebraron ritos religiosos (misa católica y rito evangélico) en el Congreso de la República de Colombia.

Los abajo firmantes somos creyentes y no creyentes, de cultura católica, protestante, judía, animista, agnóstica, atea, etc., pero ante todo somos ciudadanos colombianos respetuosos de las leyes y del espíritu de la Constitución. Expresamos nuestra preocupación por este hecho y pedimos una respuesta por parte de las directivas del actual Congreso. Recordamos que:

    •    En Colombia no existe una religión oficial. Los organismos del Estado deben ser neutros en materia religiosa.
    •    El Congreso debe cumplir con su función, que es preparar y debatir las leyes de la República, y debe ser ajeno a presiones en materia de creencias.
    •    El Congreso debe respetar la laicidad del Estado, consagrada en la Constitución de 1991, reafirmada por la Corte Constitucional y por diferentes leyes.

Agregamos que ni en Venezuela, ni en Perú, ni en Argentina, ni en Chile, ni en México, ni en muchos otros países de América Latina se ha presentado lo que vimos en Colombia, y es que los curas o los pastores oficien desde el Congreso. Colombia sienta un precedente de intromisión en materia religiosa que es inédito en la región.
 
Los abajo firmantes les pedimos a los congresistas Roy Barreras (presidente del Senado), David Racero (presidente de la Cámara), a los vice presidentes Miguel Pinto, Honorio Hernández, Olga Lucía Velásquez, Érika Sánchez, y a los secretarios Gregorio Eljacj, Jaime Lacouture, explicar a la opinión pública porqué autorizaron la celebración de los ritos religiosos el pasado 9 de noviembre.

Anexos:

1. Artículo "Misa en el Congreso de la República", de la socióloga Olga L González
2. Sentencia No. T-421/92 de la Corte Constitucional (libertad de cultos y de conciencia)
3. Sentencia No. C-350/94 (sobre pluralismo religioso y Estado laico)