En estas últimas semanas, la Dirección de Osakidetza, siguiendo las directrices de la Consejera Sagardui ha retomado con gran precipitación un proyecto promovido personalmente por la fugaz pero intensa Consejera Murga: la eliminación de la Cirugía cardiaca en el Hospital Universitario de Basurto y su centralización en el de Cruces. Resulta llamativo que el Departamento de Salud priorice un proyecto de “recorte” de la Cirugía cardiaca en Euskadi en un contexto sanitario tan complicado.
 
Con la excusa de lograr una mayor eficiencia (hay que entender ahorro) Sagardui dejaría a Euskadi con un único Servicio de Cirugía cardiaca para el conjunto de Osakidetza. Y además, en una única sede, la del Hospital de Cruces, desechando la oportunidad de aprovechar las infraestructuras existentes en Basurto que permitirían disponer de un Servicio puntero que optimizara las dos sedes existentes.
 
Al contrario, la concentración del conjunto de profesionales en un único centro supone un empobrecimiento notable del Hospital Universitario Basurto que vería muy reducida su actividad, su capacidad en cuanto a las técnicas y procedimientos disponibles para sus pacientes, así como su capacidad de formación y de investigación.
 
Pero, lo más importante, es la dramática pérdida para la ciudadanía vasca en general y de Bilbao en especial, al ver reducida su accesibilidad no sólo a la Cirugía cardiaca sino a otras especialidades relacionadas, como pueden ser la Cardiología o la Anestesiología. En realidad, si la Consejera de Salud logra su propósito y cierra la Cirugía cardiaca en Basurto, los bilbaínos y las bilbaínas verían su querido Hospital de Basurto amputado y sus prestaciones reducidas…
 
¡No lo haga Sra Sagardui! Sagardui entzun! Ez itxi bihotza!