Mi nombre es Luisa Fernanda García Giraldo, tengo 13 años y me diagnosticaron ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo hace 6 meses. Actualmente, me atienden por psiquiatra infantil y estoy medicada. Para ayudarme a manejar mi trastorno, mis papás me dieron una coneja hace 3 meses. Desde entonces, gracias a su compañía, mis episodios de ansiedad han disminución considerable, al punto de considerar el retiro del medicamento, e incluso mi psiquiatra reconoció que mi coneja tenía en mi un efecto benéfico.

Para finales de este mes tengo un viaje de carácter familiar por alrededor de un mes. Con mi familia, hemos estado averiguando cómo podemos viajar con mi coneja, pero lo único que nos dicen es que las aerolíneas solo permiten el trasporte en cabina de perros y gatos. La única aerolínea que permite transportar conejos, permite su transporte solo en bodega pero nadie garantiza que los animalitos lleguen vivos. ¡Qué crueles!

Alejarme de mi coneja por un mes no es una opción y el ingreso a Yopal, que es mi lugar de destino, por vía terrestre está cerrado. Por eso estoy desesperada por encontrar una solución o ayuda por parte de las autoridades.

Mi conejita tiene 4 meses y la tengo desde que tiene un mes de nacida. Literal estoy con ella todo el tiempo, ella hace parte de mi familia y es mi apoyo emocional. Por eso necesito su ayuda para que no me aparten de su lado o mucho más grave, pongamos en peligro su vida.

Por favor, ayúdenme a que la Superintendencia de Transporte me escuche y me ayude a viajar con mi coneja en la cabina del avión.

APOYA, FIRMA y COMPARTE esta petición para decir #ConejosEnCabina.