¡Minas no se Mueve! ¡No a la desaparición de la EIMEM de Oviedo!

¡Minas no se Mueve! ¡No a la desaparición de la EIMEM de Oviedo!

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3 de mayo de 2022
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Por qué es importante esta petición

El problema.

El Plan Estratégico de Titulaciones de la Universidad de Oviedo establece el traslado de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo (EIMEM), perteneciente a la Universidad de Oviedo, al campus de Mieres.

Ello supondría la fusión de la EIMEM con la Escuela Politécnica de Mieres (EPM), desapareciendo ambas escuelas, a la vez que los estudios de Grado en Ingeniería de Tecnologías Mineras, se fusionarían y desaparecerían prevaleciendo el Grado en Ingeniería de Recursos Mineros y Energéticos. Asimismo, el Máster en Ingeniería de Minas, dado que necesita los egresados de las titulaciones mencionadas, y en base a la evolución de la matrícula, se prevé su desaparición en corto espacio de tiempo, con lo que Asturias se quedaría sin estudios de Ingeniería de Minas. Estos estudios proporcionan competencias y atribuciones profesionales en los campos de la Prospección e Investigación de Yacimientos, las Labores Mineras y Obras Subterráneas, la Energía y los materiales.

Razones para que la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo permanezca en la Ciudad.

Los ingenieros de minas llevamos ayudando a construir el futuro en España desde el siglo XIX. Somos la titulación más antigua del país, pero somos conscientes de que eso no garantiza nuestro futuro, y menos si tomamos decisiones poco planificadas. No se trata de reclamar lo que significa el título de Ingeniero de Minas, recogido por la ley, sino de potenciar lo que ya tenemos, abriendo nuevas expectativas para que los niños y jóvenes de hoy encuentren en la ingeniería de minas una profesión de futuro. 

La prospección e investigación de recursos, su explotación, el uso y manejo regulado de explosivos, la realización de obras subterráneas, la energía en todas sus vertientes y los materiales para todo tipo de aplicaciones, son parte de nuestro ámbito profesional. Una profesión en la que otros valores como la protección del medio ambiente o la aplicación del conocimiento para mejorar continuamente están en nuestro ADN, como lo refleja nuestro código deontológico. 

En esta labor de formar ingenieros de minas la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo (EIMEM) fue la segunda Escuela Fundada en España en el año 1960, dependiendo directamente de la de Madrid y a consecuencia de la coyuntura productiva y social de la región. Como corresponde a procesos de esta índole, la Escuela nació de una larga reflexión, de un trabajo continuado y una propuesta para construir un futuro que contó con el apoyo de instituciones como las Naciones Unidas.

La escuela creció en su reputación formativa a nivel nacional e internacional por el conocimiento impartido y en lo humano por la forma en la que se vivía el día a día, con una cercanía y proximidad que facilitaba el reducido tamaño del centro y del número de alumnos. Para ello, fue sin duda esencial contar con elementos diferenciales que han aportado los laboratorios y también la ubicación, que facilita un desarrollo interdisciplinar, hoy más relevante que nunca.

Este hecho es el que hace que nuestros titulados sean polivalentes y con gran capacidad.

Indicadores claros de la buena formación recibida son la tasa de empleo de los egresados y el tiempo de obtención del primer trabajo (80% en menos de 6 meses y 100% al año y con promociones enteras que han obtenido trabajo en la propia región). Más de 2300 egresados de nuestras aulas han alcanzado puestos de alta responsabilidad en diferentes empresas a nivel mundial. Se dispone de un sello de calidad Europeo EUR-ACE que es el único en toda la Universidad de Oviedo y, solo dos a nivel nacional relacionadas con el título de ingeniero de minas disponen de él. También se dispone de un buen posicionamiento en rankings internacionales. Asimismo, y a nivel internacional, nuestra EIMEM de Oviedo es altamente reconocida y un claro referente en todos los ámbitos asociados a la ingeniería de minas.

Con un traslado a Mieres se fusionarán los grados y se disolverá la Escuela de Minas de Oviedo en la Escuela Politécnica. Las preguntas que nos tenemos que hacer son: ¿se podrán mantener los sellos y reconocimientos internacionales? ¿cómo ayudará esto a hacer más atractiva la ingeniería de minas a nuevos alumnos? ¿Cómo potenciará la calidad educativa?

El sello internacional EUR-ACE atravesaría serias dificultades y no se mantendría ya más, puesto que en el momento que abandonáramos el edificio y nos trasladásemos a otro lugar, nos refundiríamos con otra denominación y estoy más que seguro que nuestras titulaciones desaparecerían. Ello conllevaría un perjuicio para nuestros egresados hasta esta fecha, puesto que contamos con reconocimiento para varias especialidades, lo que no ocurrirá tras el traslado. 

Habrá empresas y fundaciones con las que actualmente se mantienen acuerdos y proyectos de colaboración que dejarán la colaboración, y la distancia está entre algunos de esos motivos, aunque en pleno siglo XXI pueda resultar extraño. El cambio no llevará esta actividad a Mieres. Simplemente se perderá.

Los estudiantes (que actualmente superan los 200) y sus familias se enfrentarán a incrementos importantes en cuanto a coste de desplazamiento, manutención y adicionalmente tendremos otra barrera de entrada a la carrera, además de las que ya tenemos. 

Lo mismo le ocurrirá al Personal de Administración y Servicios. Todo ello teniendo siempre en cuenta que hay personal adscrito a la Escuela en Oviedo (dado que así surgió su perfil de contratación).

Además, el primer curso de grado es común a las ingenierías y muchos estudiantes, por calidad y cercanía pudieran decidir cursarlo en nuestra escuela de Oviedo. Esto es relevante ya que puede convertirse en una posible causa de abandono de los estudios. Merece la pena indicar a este respecto que nuestra tasa de abandono en el grado está en la línea de las que todos los estudios de ingeniería y arquitectura poseen. 

Si bien el número de estudiantes es bajo, debido a una situación que no es única de la Universidad de Oviedo, el traslado de la Escuela a Mieres no hará que los estudiantes interesados en cursar estudios entre nuestras paredes se desplacen a dicha localidad. Lamentablemente creemos que el número de estudiantes total tras la fusión no será de 20+20 = 40, sino la de 20+20=25. Y eso será un paso hacia la desaparición de Minas, no sólo en Oviedo, sino también en Mieres. La evolución de la matrícula de alumnos en ingenierías de minas no permite ser optimista para pensar que un simple cambio de ubicación y unos cuantos equipos nuevos vayan a cambiar la matriculación. Por tanto, los estudiantes necesitan algo más, y la imagen de marca de la Escuela, junto con su ubicación en Oviedo, son los elementos diferenciadores que nos permiten seguir adelante.

Tanto en campaña electoral como ahora, las promesas de medios o recursos no solucionan el problema de matriculación. Y esto parece que no se ve o no se entiende. Y un problema que no se entiende no se puede resolver. Si lo sabremos los ingenieros de minas.

Nuestro problema es más profundo, pero de lo que somos conscientes es que una mala decisión ahora sólo agravará este problema. Si todo lo que se propone es replicar lo que se hace en Oviedo para trasladarlo a Mieres, como si en este proceso hubiese una transformación milagrosa, el error histórico sólo conducirá a una desaparición anunciada, un daño a Oviedo, un daño a Mieres y un daño a Asturias. 

La idea preconcebida de que el ingeniero de minas sólo está para la minería sólo se puede tratar de cambiar con iniciativas como la implantación de grados de diferente perfil como el que desde esta escuela ya se gestó y planteó en 2018: el Grado en Ingeniería de Energías Renovables y Sostenibilidad.

Al igual que el grado de deportes, no hay seguridad alguna de que llegue a salir, pero en el caso de Oviedo, ayudaría a solucionar una parte del problema de la matricula. Si al final se implanta fuera de Oviedo vendrá a reconocer que no se trata de mejorar la calidad de la titulación de ingeniería de minas. Y si no se implanta en Asturias será otro error aún peor.

Otro tanto ocurre con los restantes estudios de máster tales como el de Ciencia y tecnología de materiales o el de Prevención de Riesgos laborales. ¿Se Mantendría la calidad formativa si el profesorado con más experiencia decidiera investigar en otros laboratorios asociados a titulaciones radicadas en Oviedo?

Del pasado podemos aprender importantes lecciones ¿Qué fue de la titulación de Ingeniero Geólogo? ¿Sabemos qué motivó su desaparición? ¿Vamos ahora a correr el mismo riesgo con Minas?

Quienes estamos vinculados a la Escuela estamos preocupados por su futuro y presentamos un plan de viabilidad al principado. Con su desarrollo y el apoyo institucional adecuado, estamos más que seguros que la matrícula aumentaría.

Asimismo, he de mencionar que nos hemos preocupado de tener una buena relación con nuestro entorno. La Escuela siempre ha estado completamente operativa, a pesar de la escasa o nula inversión realizada Seguramente con un edificio en los terrenos del Cristo, tal como en su día se pensó y dado que parece ser habrá suficientes fondos para acometer inversiones cuantiosas, se mejoraría el grado de servicio que se presta a la sociedad y existiría un mayor grado de integración en la actividad de la ciudad.

Y si hay que invertir, que sea para mejorar la calidad de la formación y la posibilidad de prestación de servicios. Un traslado, siempre costoso debe hacerse teniendo en cuenta:

  • El equipamiento existente y las necesidades en destino.
  • La posibilidad real de realizar el traslado o la destrucción de equipos que se provocaría. 
  • El desplazamiento que se provocará en Mieres a grupos que llevan años asentados y que tendrán también que reubicarse.
  • La pérdida de valor en el traslado, ya que muchas infraestructuras no se podrán trasladar de la capital, por ser infraestructuras esenciales para la ciencia y estar emplazadas en una ubicación concreta, con muchos datos históricos que se perderían. De trasladarlas habría que prescindir de ellas causando una gran merma a toda Asturias. Luego no todo se puede trasladar, y en caso de que se hiciese parcialmente, ello abocaría a que quizá algunas prácticas se realizasen en Mieres y otras en Oviedo, con el grave trastorno para los estudiantes afectados.
  • Se ha de recordar que de esos 15.000 m2 disponibles en la Escuela, y que en realidad en nuestras memorias de verificación indicamos 14.500 m2, existen muchos servicios que desde la Escuela se prestan a la Universidad: Consejo de Estudiantes, Defensora Universitaria, cuatro asociaciones, vivienda, salón de actos donde ensaya la orquesta, etc. ¿Qué ocurrirá con todo ello? ¿Se estudiará siquiera su traslado?
  • Asimismo, los investigadores que ahora mismo desarrollan proyectos de investigación se encontrarían con diverso equipamiento que no ha podido ser correctamente trasladado y por tanto se ha deteriorado o descalibrado. Posteriormente contarán con espacio insuficiente para sus investigaciones o bien con tener que investigar en dos centros diferentes.
  • No se ha planificado ni cómo se van a sacar los equipos para los que habría que tirar paredes y realizar el movimiento con grúas, ni como se asegurará que no se deterioren en el traslado. Probablemente los desconocedores de la valía de dichos equipos dirán que es mejor tirarlos y ya habrá dinero para otros nuevos.
  • Recordamos asimismo que por falta de inversión hay laboratorios que se han tenido que asentar en pasillos de la Escuela o incluso en sus patios.
  • Quizá el hecho más importante en relación con este tema es que se desconoce completamente el coste del traslado y cómo se va a financiar. Ya adelanto que en ese caso, tal como se ha expuesto el gasto será ingente y no podemos dejar al azar o la suerte esta planificación económica.

Otros hechos a tener en cuenta es que cuando el mundo habla de ser interdisciplinar, se pretende una especialización. Cuando la gestión indica que mejor compartir y aprovechar lo que tenemos, nos centramos en una serie de traslados. Cuando debemos mejorar en calidad, ponemos en riesgo las marcas que señalan la calidad.

Además, hemos de remarcar el hecho de que esta solución de traslado de dos edificios es temporal, puesto que Ciencias en un futuro se moverá al Cristo, tal como el Sr. Rector comentó: “Al final solo existirán dos campus en la ciudad de Oviedo”. Así pues, este despilfarro de recursos solo solventa el problema por pocos años, añade gasto a los asturianos y asturianas que bien se podría aprovechar en mejorar la investigación, la dotación de recursos o en iniciar la construcción de algo nuevo.

También hemos de mencionar la idea de que un campus como el de la EPM solo se mejora llevando allí titulaciones que aporten miles de estudiantes. Recordemos que es un campus planificado para 6000 estudiantes que ahora mismo cuenta con unos 600.

Finalmente, he de mencionar que debido a todo este revuelo, se está reviviendo innecesariamente una situación desagradable de división y enfrentamiento tanto a nivel institucional como social. Ahora es más necesario que nunca la unidad y no volver a incidir en un tema ya zanjado en su momento, generando una situación que perjudica a todos.

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