Los abajo firmantes solicitamos la jubilación voluntaria y anticipada de los profesionales de la salud a partir de los 60 años.

El personal sanitario está en contacto continuo con el dolor, el sufrimiento y la muerte de sus pacientes, lo cual genera un gran desgaste físico y psíquico. Asimismo, soporta duras condiciones de trabajo (turnos rotatorios, noches, domingos y festivos, etc.), una carga permanente de estrés y una alta responsabilidad.

Los profesionales sanitarios precisan de una pericia y habilidades específicas, así como de un estado de permanente alerta y vigilancia, que se ven afectados por el paso del tiempo, lo cual hace imprescindible un rejuvenecimiento de las plantillas de los centros sanitarios y sociosanitarios.

Por todo ello solicitamos la clasificación de nuestra actividad profesional como trabajo de naturaleza excepcionalmente penosa, con la consiguiente reducción de la edad mínima exigida para tener derecho a la pensión de jubilación (art. 205.1.a de la Ley General de la Seguridad Social). Existen antecedentes de este reconocimiento, que ha sido ya otorgado a otros colectivos, como los del sector ferroviario, personal de vuelo o policías.