El cambio climático es uno de los mayores desafíos morales de nuestro tiempo.  Es una amenaza para la salud de nuestro planeta y nuestra gente; especialmente la de los más pobres y los más vulnerables.  Es una amenaza para el futuro de nuestros hijos y todo lo que apreciamos.  Es tiempo de que todos nosotros despertemos y actuemos juntos en nuestras comunidades locales, nacionales y mundiales, así como en nuestras vidas cotidianas.

Como ciudadanos motivados por la fe y otras tradiciones morales, reconocemos que existe una grave obligación de actuar sobre el cambio climático.
 
Hacemos un llamado a ustedes como líderes a responder con urgencia a las amenazas del cambio climático y establecer un objetivo de energía renovable del 100% para el año 2050.  Necesitamos una acción audaz como esta para mantener el aumento de la temperatura global por debajo del punto de inflexión inaceptablemente peligroso de dos grados, para eliminar la contaminación de carbono a cero, y para invertir recursos en vías de desarrollo sostenible para construir un mundo más próspero, incluyente y equilibrado.

Nos comprometemos a hacer nuestra parte abrazando la responsabilidad moral de cuidar por nuestro mundo y por los demás, y tratando de vivir vidas mejores y más sostenibles con mayor alegría y armonía.

¡Actuemos ahora, con audacia y juntos, para construir una vida mejor para todos!