Señor Rector.

Me dirijo a usted, en referente al asunto sobre un Máster de Medicina Homeopática proporcionado y promocionado por IL3 Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona que dará inicio en el año 2016, y que ya se cursó en el año 2014. Me gustaría que la razón de aprobación para la realización de éste curso sobre homeopatía fuesen causas de ignorancia y no económicas. Y por la presente carta le explicaré a qué se deben dichas palabras, un tanto ácidas, quizá, pero en mi modesta opinión, necesarias.

La homeopatía ha sido y es considerada una pseudociencia por unanimidad de la comunidad científica. La homeopatía fue fundada por Christian Friedrich Samuel Hahnemann, médico sajón del siglo XVIII. Dicha doctrina intentaba sanar enfermedades basándose en una serie de principios que no son científicos, sino pseudocientíficos, a partir de unos gránulos de azúcar con una supuesta sustancia que realmente no existe. Estas máximas que asume contradicen la propia física y química que hoy estudiamos en las aulas de la Universidad de Barcelona. Pese a no sostenerse ya en el ámbito teórico, no existen estudios que demuestren su eficacia por encima del placebo. Muchos medios divulgativos en ciencia se han hecho eco combatiendo con conferencias y charlas este tipo de falsas ciencias que solo buscan el interés económico, contrario a los objetivos mismos de la ciencia. Grandes científicos divulgadores como Carl Sagan, Isaac Asimov, James Randi, Neil deGrasse Tyson o Richard Dawkins ya denunciaron, y denuncian este tipo de pseudociencias desde antaño. Ya no es por una cuestión de estafa; es por respeto a mi propia formación científica que siento el deber de comunicarle este problema, y es que en el Máster se dará un temario que no está apoyando por la evidencia, carente de metodología científica,  criticado y catalogado como una estafa por toda la comunidad científica.

En nuestros días, la homeopatía es un grave problema para nuestra sociedad: Muchísimas personas la consumen aún sin saber que no es más que azúcar y dejan de lado el tratamiento convencional, convencidas por las palabras que el boticario hiló con tal de vender, o simplemente por su misma ignorancia. Un caso muy conocido fue el de Steve Jobs, que murió por la dejadez del tratamiento convencional para el cáncer que padecía sustituyéndolo por terapias naturales sin evidencia, como la homeopatía. Instruir a una persona en el pensamiento crítico requiere mucha energía y tiempo, mucha más de lo que necesita para caer en la tentación de la medicina alternativa. La sociedad española corre un grave peligro por la falta de formación en el campo del escepticismo científico y son carne de cañón para charlatanes que intentan vender azúcar a precio de oro. Sin ir más lejos, en Francia, la homeopatía es un medicamento cubierto por su seguridad social, y consumido normalmente. ¡Un país como Francia! ¡Cómo puede caer en semejante absurdez! Marie Curie, Gay-Lussac, Pierre-Simon Laplace, Louis Pasteur, Henri Becquerel… ¡y más de una veintena que no cito, todos ellos insultados! Ramón y Cajal tenía mucha razón en Tónicos de la Voluntad. La homeopatía no puede seguir corriendo libremente por el campo. Debemos cortarte las piernas.

Si bien la UB goza de prestigio nacional e internacional por sus actitudes científicas, es contradictorio que sostenga un Máster de Homeopatía. Además de recibir un aluvión de críticas como ya ocurrió en 2011, donde empezó a correr la voz de que la Universidad de Barcelona sería incluida en la Lista de la Vergüenza por su apoyo a doctrinas pseudocientíficas. Es por ello, y por respeto a mi formación, que quiero creer que su aprobación fue porque se ignoraba qué es la homeopatía en su profundidad, y no porque fuera rentable económicamente. Prostituir la ciencia no lleva a nada bueno.

Atentamente.