Señores legisladores: Si quieren hacer beneficencia, tener un nivel de vida de “privilegio” o mantener amigos, familiares, asesores y punteros, háganlo con su dinero, NO con el nuestro.

No estamos dispuestos a trabajar más de 6 meses al año (de forma compulsiva) para pagar impuestos que solo se destinan a mantener parásitos y a financiar un Estado que no brinda, ni siquiera, los servicios mínimos que debería prestar.

La situación es clara: La “grieta” no es entre partidos políticos. La verdadera batalla se reduce a “la riqueza que genera el sector privado” versus “los que alegremente dilapidan esa riqueza sin haberla generado” y que, sin ningún desparpajo ni sentido moral, se olvidan que deben representar a quienes los eligieron y a quienes, en un sentido estricto, deben respetar, honrar y agradecer por pagar sus sueldos, asesores, vehículos, choferes, viáticos, pasajes y todos los demás privilegios de los que hacen uso (privilegios de los que no gozan quienes efectivamente los sostienen con su esfuerzo y que son violentados mediante la confiscación compulsiva de sus ingresos en forma de impuestos).

ES HORA DE EMPEZAR A LEGISLAR PARA AYUDAR, CONTENER, MOTIVAR Y ALIVIAR LA SITUACIÓN DE QUIENES SOSTIENEN AL PAÍS.

Presión Impositiva Confiscatoria y Gasto Público - Político Desbordado
En un país donde cualquier trabajador privado invierte más de 6 meses de trabajo solo para pagar impuestos (nacionales, provinciales y municipales), la presión impositiva es insostenible y ha llegado a un extremo en el que resulta confiscatoria.

Semejante saqueo, apropiación indebida y violación de la propiedad privada (pues los ingresos bien habidos son propiedad privada) tienen como único fin aparente, el de financiar un estado que ni siquiera cumple sus funciones básicas (Salud, Educación, Seguridad y en general, todos los servicios estatales son paupérrimos). Además, el gasto del sector público y más aún el gasto político, parecen no tener fin y mucho menos, el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus representados.

El Agravante del Covid
Más allá de la presión impositiva que viene de larga data, resulta inviable y ajeno al sentido común aumentar impuestos en una situación de pandemia (por ejemplo el 35% que aumentaron el monotributo retroactivo a enero 2021) cuando muchos actores del sector privado se están fundiendo debido a la imposibilidad de desarrollar sus actividades por las irracionales cuarentenas estrictas, un apoyo irrisorio o nulo por parte del estado y la indigna e inmoral suba de impuestos.

Claro, es fácil prohibir actividades independientes desde un escritorio cobrando un sueldo todos los meses, olvidando que, ese sueldo, lo pagan quienes se están fundiendo... ¿Cómo suponen que termina ese proceso?.

La Falta de Empatía y Dudosa Moral de la Clase Política
No solo resulta inmoral y confiscatoria la presión impositiva, además, es no menos que violenta la actitud de la clase política. En primer lugar, porque no tuvieron la dignidad de reducir sus dietas en un contexto en el que mucha gente dejó de percibir ingresos por no poder realizar su actividad debido a la cuarentena. En segundo lugar y más violento aún, decidieron aumentar sus ingresos en un 40%. Esto no solo es mayor que los aumentos pactados por el sector privado, sino que resulta indignante que quienes no producen nada ni generan riqueza, se sirvan del esfuerzo de los demás para su propio bienestar, en un contexto donde TODOS debemos hacer un esfuerzo.

Sin duda, es hora de reducir el gasto público y bajar impuestos. Es hora de sacarle el pié de encima a la gente que produce, agrega valor y genera riqueza.

¿Qué Solicitamos?

• Anular todos los incrementos de impuestos realizados el último año
• Dejar sin efecto el aumento del 40% en los ingresos y/o gastos de legisladores y empleados del Congreso
• Analizar opciones y legislar para reducir el gasto del Estado
• Buscar opciones para simplificar impuestos y reducir la presión tributaria