Decía Carl Sagan “Los niños brillantes y curiosos son un recurso natural de las naciones del mundo. Necesitan ser cuidados, apreciados y alentados, pero el estímulo en sí no es suficiente debemos proporcionarles las herramientas esenciales para aprender a pensar” 

En esta línea se crean los programas extraescolares para que los niños sobresalientes tengan un espacio para desarrollar sus aptitudes y convivan con pares que compartan sus intereses. En muchas ocasiones al no ser identificados sus características conductuales pueden ser confundidas con TDAH, TEA, TOC, entre otros e incluso llegar al abandono escolar. 

Terman en 1921 inició el primer estudio longitudinal que duró hasta los años 70 describiendo las características de un grupo de jóvenes sobresalientes. Leta Hollingworth hizo su aportación en cuanto a la importancia de una educación diferenciada. Actualmente está el World Council for gifted children, el European Council for High Abilities, el Asia Pacific Federation on Giftedness, la Federación Iberoamericana de Superdotación. Cientos de investigaciones internacionales y algunas nacionales, artículos de investigación, revistas arbitradas y mucha evidencia de los estudios científicos sobre el tema. 

Es preocupante que como jefa de gobierno afirme no hay evidencia científica de la existencia de niños y jóvenes sobresalientes y esta sea la justificación de la desaparición de un programa, independientemente de sus resultados. En un país donde tenemos que invertir en recursos humanos, no podemos negar la existencia de este grupo. 

En nombre de los niños y jóvenes sobresalientes que durante años han tenido poca visibilidad y los investigadores nacionales y extranjeros que han dedicado su tiempo a este tema pedimos a Claudia Sheinbaum reconozca la existencia de esta población y sus necesidades educativas.