Aurora y su hermana Martha bien podría ser conocidas como las señoras de los gatos. Pero se trata de mujeres con un gran corazón que desde hace más de 10 años se ha dedicado a cuidar y rescatar a los gatos que viven en el Panteón Francés Legaria de la Ciudad de México. Pero eso no le ha parecido a la administración del Panteón ni a quienes laboran ahí, internos y externos, pues ha recibido toda clase de amenazas a intimidaciones, mientras los gatos sufren de maltratos brutales.Hoy necesita nuestra ayuda para ponerle un freno a quienes se dedican a maltratarlos y matarlos, y así ellas puedan continuar con su labor de cuidarlos y asegurarles un hogar. ¿Cómo? Con la vigilancia adecuada y la accion de las autoridades que lleve a tener sanciones para quienes están masacrando a los gatos y a quienes estén perpetrando las intimidaciones hacia las protectoras.

Conocí a Aurora y Martha hace cerca de 5 años, cuando se inició este movimiento intentando proteger a los más de 300 #GatosPanteonFrances Por 3 años ella trabajó en las oficinas del Panteón, y siempre ha amado a los animales. Al ver que había decenas de gatitos abandonados en el panteón, comenzó por alimentarlos y hacerles pequeños refugios. Pero el administrador intentó ponerle un alto, y no sólo eso, se encargó de que los gatos "desaparecieran". Con el tiempo ella se dio cuenta de que a los gatos los aventaban a los hoyos donde se colocan las tumbas para luego taparlos, y que incluso llegaron a organizar campañas para envenenarlos. El hecho de cuidarlos y alimentarlos fue el motivo que le dieron para despedirla de su trabajo. Aún así ella ha seguido yendo al Panteón para continuar con su labor de cuidado y rescate de los gatos.

Desde que las conocí, acompaño en esta lucha a Aurora y a su hermana Martha ellas alimentan a los gatos, cuidan de las crías que llegan para buscarles hogar y que no tengan un destino incierto, hacen esterilización en las que ellas consiguen a los veterinarios, el material quirúrgico para llevarlo a cabo, y consiguen a los adoptantes, TODO con recursos propios.

Sabemos que no podemos sacarlos de ahí, ahí nacieron es su hábitat deben respetarlos, la violencia no se detiene mudándote, se detiene sancionando al violentador, porque el maltrato es peor de lo que cualquiera puede imaginarse; se han encontrado gatos crucificados, destripados, muertos por diábolos, envenenados. Pero mientras las amenazas a Aurora y Martha continúen, ellas y los gatos están en riesgo cada minuto. “Aparecen mensajes agresivos e intimatorios, nos echan miradas amenazantes, gritos y "mentadas"; nos toman fotos; nos mandan patrullas que nos encierran por horas en nuestros propios vehículos para que no podamos avanzar, mientras nos amenazan con arrestarnos. ¡Y sólo estamos intentando alimentar, esterilizar, proteger!!”

Sabemos qué intereses económicos estamos moviendo ahí, sabemos que los miembros del patronato son personajes poderosos económica y políticamente, pero las están tratando como si estuvieran cometiendo algún delito. Sabemos qué hay detrás, sabemos es que con nuestras acciones destapamos una cloaca de malos manejos. 

A pesar de las denuncias que Aurora ha hecho ante la delegación Miguel Hidalgo, PAOT y FEDAPUR por la matanza de los gatos y por las amenazas que ella y su hermana han recibido, no ha tenido una respuesta satisfactoria. Pero la intervención de las autoridades es apremiante por que la vida no se detiene. 

Hace 5 años se realizaron mesas de trabajo y logro firmar un acuerdo con la hoy alcaldía de Miguel Hidalgo para detener estas acciones, pero ante los cambios de administración se han ido olvidando los compromisos, a pesar de que el hoy alcalde fue impulsor de la Agencia de Atención Animal y de que el actual presidente de la República se comprometió a proteger a los animales. 

La ley de protección animal OBLIGA a todos los órganos de gobierno y a la sociedad a actuar en favor de la protección, qué pasa que siguen siendo omisos? 

Exigimos el respeto a la vida, espacio natural y cuidado de #GatosPanteonFrances, así como de las protectoras Aurora y Martha.