

Canarias, junto con el norte de España, fue cuna del surf y de muchos otros deportes de deslizamiento acuático.
Con el paso del tiempo, hemos sido incluso grandes aportadores culturales, sociales y económicos para muchos de los municipios de las Islas Canarias. Es harto conocido que Canarias es vista como las Hawaii de Europa y existe una cultura del surf, kitesurf, bodyboard y otros deportes acuáticos, que es difícil encontrar en otras partes del país.
En definitiva, hemos sido parte del sustento, a través de tiendas, escuelas, federaciones, actuaciones...
Pues bien, después de todo este tiempo, y después de más de 50 días de cuarentena, muchos de estos municipios nos dan la espalda.
Y nos dan la espalda, porque por fin, tras una Orden Ministerial, y de boca del mismísimo Ministro de Sanidad, cuando en teoría a partir de éste 2 de mayo, se podría realizar cualquier deporte sin contacto e individual, y según propias palabras del ministro, eso incluía el surf, por ejemplo, van y nos dicen, éstos ayuntamientos, que sus litorales están cerrados por decreto.
Quedándose tan panchos, sin proponer ninguna modificación ni alternativa, simplemente mandándonos a la porra, a aquellos que hemos ayudado a su progreso.
¿Es esta la cara que quieren dar los ayuntamientos de Granadilla de Abona, Adeje, Arona y Guía de Isora a la comunidad internacional surfera?
¿Es acaso tan difícil establecer modificaciones y medidas que permitan el desarrollo de nuestro deporte en unas condiciones que ya se autorizan y que son más que seguras?
¿Por qué nos discriminan?