Soy Jose Luis Gómez García, padre del lanzador Miguel Gómez Díaz. Mi hijo Miguel ha pertenecido al Club de Atletismo Majadahonda desde su etapa de primaria hasta que fue fichado por uno de los clubes más importantes de España el Playas de Castellón. Ha paseado el nombre  de Majadahonda por toda España y lo ha dejado en lo más alto en innumerables ocasiones ya que ha sido campeón de España muchas veces y detenta varios récords de España. Está considerado como deportista de alto nivel por el Consejo Superior de Deportes, ha participado en varias competiciones internacionales vistiendo la camiseta de la selección española y consiguiendo medalla en algunas de ellas.  Es un atleta con una proyección extraordinaria y entre sus objetivos a largo plazo está el de en algún momento ser olímpico.

Podría estar entrenando en cualquier Centro de Alto Rendimiento de España, o en alguna universidad americana, pero está aquí porque quiere seguir entrenando con su entrenador de siempre aún a pesar de no tener los medios suficientes para realizar un trabajo adecuado.

Bueno pues por una decisión política lograr estos objetivos le va a resultar un poco más difícil, ya no puede entrenar en Majadahonda, como les ha pasado a otro gran número de lanzadores que utilizaban las instalaciones de la pista de atletismo del municipio.

El Ayuntamiento cambió el césped que está en el interior de la pista de atletismo y no permite a los lanzadores usarlo para realizar sus entrenamientos. Se ha consultado a los técnicos y parece que lanzar al césped lo deteriora.

Aceptaría esta prohibición si el césped estuviera ahí para admirarlo y ver lo bien que crece y lo verde que está y no se hiciera otra cosa que embelesarse en su contemplación.

Pero no, los de rugby sí pueden utilizarlo. Aquí hay una clara discriminación hacia los lanzadores. Lanzando al césped este se deteriora muchísimo menos de lo que lo hace la utilización para la práctica del rugby. En el rugby y sobre todo en las melés con el empuje de los tacos pueden levantarse trozos del suelo. De hecho en el césped anterior al cambio se veían zonas en las que este había desaparecido cosa que no ocurre cuando se lanza. Los lanzamientos de jabalina y disco apenas dejan huella y solo es el martillo el que hunde el suelo pero sin destruir el césped.

Por qué unos sí y otros no, a mi parecer todo es cuestión de “NÚMEROS”. El rugby en Majadahonda es practicado por un número de deportistas altísimo. Al Ayuntamiento no le interesa que el rugby no se practique, ya que genera un monto de ingresos importante, y sería difícil aplacar a tantos ciudadanos reclamando la utilización del campo para la práctica del rugby.

Pero nosotros los lanzadores somos muy poquitos, no tenemos mucha voz y no tenemos mucha fuerza ante la Administración, pero tenemos sentimientos que es lo que parece no tener quién o quienes han tomado la decisión de que no se pueda lanzar.

Las ilusiones de muchos chavales se van a ver truncadas. Los lanzamientos son una parte importante del atletismo y se los quieren cargar de un plumazo. Un niño que acuda a la Escuela de Atletismo de Majadahonda sabrá que no podrá realizar  nunca en el césped una de las modalidades más bellas del atleltismo.

Majadahonda es referente nacional por su grupo de lanzadores, el trabajo del entrenador Jorge Gras está dando sus frutos y a Majadahonda vienen a entrenar atletas de muchos lugares de España, pero esto a los políticos parece que les da igual.

No sé si este escrito servirá de algo, pero por lo menos a mí me ha servido para expresar lo que siento. Y como dijo el poeta Blas de Otero, fallecido en Majadahonda: “si he perdido la vida…   …me queda la palabra”.

Por eso pedimos al Ayuntamiento de Majadahonda que reconsidere su postura y vuelva a permitir que en la Pista de Atletismo de Majadahonda se vuelva a autorizar que los lanzadores practiquen su actividad.