NO a la destrucción del río Guadalmedina. Queremos un cauce vivo.

NO a la destrucción del río Guadalmedina. Queremos un cauce vivo.

NO podemos permitirnos perder el espacio natural surgido en el #Guadalmedina por culpa de las quejas de un reducido grupo de vecinos que apunta que los árboles del cauce del #Guadalmedina están por encima del nivel de las aceras y aducen que la presencia de vegetación provoca que haya mosquitos. En palabras del grupo municipal socialista, es un problema que el #Guadalmedina “parece el Amazonas después de casi un año sin recibir ningún tipo de cuidado” y pide al gobierno municipal “limpiar y adecentar el río #Guadalmedina”. Les preguntamos: ¿qué problema hay en que parezca el Amazonas? Cuando ardió el Amazonas, todos nos preocupábamos y ahora que lo tenemos en Málaga, ¿lo queremos destruir? ¿La vegetación es sucia e indecente? ¿Prefieren ustedes un desierto falto de vida y lleno de basura o una avenida de cemento? Lo que es indecente es acabar con la naturaleza. Le acusan ustedes al alcalde de incoherencia por ser sumiso con la Junta de Andalucía por no retirar la vegetación de la que protestaba cuando la Junta estaba gobernada por el PSOE. No caigan ustedes en la incoherencia de defender la creación de zonas verdes y al mismo tiempo pedir que destruyan la mejor zona verde, el espacio con mayor biodiversidad del casco urbano, que es su río, y ha surgido precisamente por la inacción de los grupos políticos. La naturaleza les ha dado una sabia lección: dejar hacer. Se quejan ustedes de la proliferación de roedores, mosquitos y malos olores en el #Guadalmedina, pero la solución no puede ser cortar los árboles ni desbrozar el matorral, porque la vegetación no tiene culpa de los malos olores. Hay otras soluciones como mantener un caudal ecológico para evitar que el agua se estanque y se formen colonias de mosquitos o poner trampas para roedores. Familias enteras y buena parte de la ciudadanía se ha parado en los diversos puentes de la ciudad a contemplar durante horas colonias de garcetas (egretta garzetta), pollas de agua (gallinula chloropus) y diferentes especies de patos y anátidas, anidando en pleno casco urbano, aparte de ranas y grillos que nos alegran las noches. No podemos perder esta joya de la biodiversidad que, igual que el Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce, nos da lecciones de biología a diario a malagueños y malagueñas. Por último, se quejan ustedes de la posibilidad de que la vegetación tapone el cauce durante una riada, pero para evitar riadas tenemos el Embalse del Limonero, que puede graduar el caudal. Además, organizaciones como #SEOBirdlife o #EcologistasenAcción, apoyándose en estudios científicos, han defendido el papel de la vegetación de ribera como defensa contra las inundaciones. La propia Ecologistas en Acción ha diseñado un proyecto de renaturalización del #Guadalmedina que ya, sinceramente, podría no ser necesario en esta zona que ustedes insisten en desbrozar y desnaturalizar.
En resumen, limpien la basura y controlen las plagas si las hubiera, pero dejen la renaturalización del #Guadalmedina en paz, no culpen a la vegetación de la suciedad ni de los malos olores, y pedimos a todos los grupos políticos que trabajen para la conservación de este maravilloso espacio natural que ha surgido a partir de la inacción de la ciudad. Gran parte de la ciudadanía está harta de cemento y falta de naturaleza a su alrededor. Demostrémoslo. No volvamos a las malas prácticas del siglo XX, miremos hacia el siglo XXI, que será el de la reconciliación con la naturaleza. Hay que saber dejar hacer.