La Laguna de la Ricarda y el Espacio natural del Delta del Llobregat están en peligro. Como ciudadanos de las localidades vecinas o personas concienciadas con la protección del medio ambiente no debemos tolerar que este proyecto, que ni siquiera consta con el apoyo contundente del Sindicato de controladores aéreos (quienes conocen la realidad practica del día a día), ponga en peligro este enclave único, hábitat de 43 especies incluidas en la directiva de aves protegidas, orquídeas, peces y reptiles y donde, por ejemplo, en época de migración, también cobija a flamencos llegados de África.

En este sentido, este sindicato sostenía que "darle más longitud a la pista más cercana al mar no supondrá tener acceso a una barra libre de capacidad de vuelos. La proximidad de las viviendas fuerza a los aviones a respetar un giro sobre el agua cuando toman altura, para evitar el ruido sobre los tejados. Trabajar con una sola ruta de salida obliga a los controladores a dejar un mayor margen de seguridad entre aviones, lo que ralentiza la operativa. “El papel lo soporta todo, la realidad es otra cosa”.

Por tanto, NI SIQUIERA ESTÁ GARANTIZADO que la capacidad que prevé AENA sea viable, por lo que nos encontramos en la situación absurda de que esto no satisfaga a ninguna de las partes y que, a la larga, provoque más destrucción, abriendo la veda a proyectos más agresivos. 

Debemos ser conscientes de que, el hecho que una ciudad europea tenga una Laguna protegida tan próxima a la ciudad, ¡¡es un privilegio!! y como ciudadanos de la misma tenemos el deber de protegerlo.

La Comisión europea tiene la última palabra en estos momentos, debemos hacerles llegar la gravedad de la situación. 

Gracias por tu ayuda.