En México existe un amplio debate y repudio sobre el gasto público. Por ello, ahora que se discute el Presupuesto para 2016, es impostergable dar señales de responsabilidad. Así, se vuelve urgente exigir recortes en el dispendio a la clase política: ¡50 por ciento menos en el presupuesto para INE, partidos y Congreso!

Los legisladores no podemos aprobar los aumentos propuestos en Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2016. Debemos predicar con el ejemplo.

Para este año, de acuerdo al proyecto de presupuesto de egresos, se contempla que la Cámara de Senadores y de Diputados podría recibir más de 12 mil millones de pesos. De igual manera el INE ha solicitado un presupuesto de 15 mil 400 millones de pesos para el 2016, año sin elecciones federales. Esto significa un aumento del 180% respecto de 2004; 42 millones de pesos diarios, un exceso innecesario.

Sin duda alguna, solicitar y aceptar dicho incremento representa un grave error y va en contra de la política de austeridad que como legisladores le hemos exigido al Gobierno Federal.

Pero sobre todo significa un insulto a los ciudadanos, quienes cargan directamente en sus bolsillos este dispendio.

Nuestro país se encuentra en un  momento de extrema gravedad económica. La democracia que de manera incipiente hemos construído se está viendo debilitada por la falta de credibilidad de los ciudadanos en los políticos, debido a los errores que estamos cometiendo al no dar resultados, al estar envueltos en casos escandalosos de corrupción que quedan impunes, y por el exceso de recursos públicos a los que tenemos acceso.

­Si recortamos al menos un 50% respecto a lo propuesto al Presupuesto del Instituto Nacional Electoral, el Poder Legislativo, los partidos políticos y la Presidencia de la República, ahorraremos 16 mil millones de pesos en el 2016. ¡Limitemos a la clase política para empoderar a la ciudadanía!