Este curso nuestros hijos han tenido tres semanas menos de periodo lectivo, motivo por el cual algunos llegarán a Primero de Bachillerato con un déficit en contenidos que difícilmente recuperarán ya que se ha trasladado la convocatoria extraordinaria de septiembre a finales de junio en la ESO y Bachillerato.

Si añadimos el hecho de que a lo largo de los dos últimos cursos con frecuencia la CAM ha tardado en sustituir bajas -a menudo programadas y comunicadas con mucha antelación- mucho más allá de los vergonzantes 15 días que la Consejería aduce para poder cubrirlas, se disminuye aún más la adquisición de conocimientos y perjudica claramente la calidad de la enseñanza de nuestros hijos.

El adelanto de la convocatoria extraordinaria de septiembre a junio sin que simultáneamente se haya incrementado la plantilla y los recursos de los centros educativos para poder atender a dos grupos claramente diferenciados y con objetivos inmediatos muy distintos, está resultando un desastre y perjudica a todos, especialmente a los chavales que tienen asignaturas pendientes.

Se supone que los profesores han de dar apoyo a los suspendidos a la vez que amplían contenidos con los aprobados, todo en un mismo espacio y tiempo y sin refuerzos materiales ni de personal. Dichos contenidos no los recibirían los no aprobados por lo que sería además discriminatorio. Si a los aprobados se les programan actividades alternativas y les acompaña un profesor ¿quién atiende y da apoyo a los que intentan recuperar una asignatura? ¿Quién se queda con la clase -con dos grupos dentro de las mismas- mientras el docente acude a juntas de evaluación, tribunales de la EvAU, oposiciones, etc.?

La realidad de los centros está siendo el de dar prioridad a los estudiantes que han de recuperar asignaturas, como es lógico y normal, y aún así es muy difícil que puedan recuperar asignaturas con tan poco tiempo. Los demás se aburren soberanamente o directamente no van puesto que nada de provecho hacen en los centros con todo aprobado.

El adelanto de la convocatoria extraordinaria atenta directamente contra la calidad de la enseñanza al reducir el periodo lectivo casi un mes.No adquieren los conocimientos que en el siguiente curso se darán por sentado que saben y les lastrará a lo largo del curso. En septiembre volverán al instituto y se encontrarán como siempre sin profesores porque no están asignados aún. En la práctica el curso en la pública echa a andar en octubre. Ahora además les elimináis el periodo lectivo real tres semana más. Sencillamente no es aceptable. Nuestros hijos tienen derecho a una educación de calidad y este derecho está siendo socavado por decisiones que en la práctica no funcionan.

Por todo lo anterior, pedimos encarecidamente que se vuelva a recuperar la convocatoria extraordinaria en septiembre para la ESO y Bachillerato en el curso 2018/2019, cuyo último trimestre además es muy corto y casi testimonial. No esperemos un año más para decidir que es un fracaso. Nuestros hijos no pueden esperar. Es de sabios rectificar y se lo agradeceríamos todos enormemente.

Muchas gracias.