1. Frente a los problemas planetarios, se hace necesaria una "nueva ética",más allá de las diferentes culturas y religiones, que inspire una "nueva política mundial".

2. El fenómeno de la globalización, la complejidad de los problemas mundiales, ante todo el "cambio climático" y la "degradación ambiental", exigen el establecimiento de una indispensable "conciencia planetaria".

3. La "ética de la guerra", muchas veces justificada por los intereses del Estado-Nación, es hoy superada por la interconexión económico/comercial y por la indispensable cooperación entre todos los pueblos y todos los continentes, especialmente en el campo de la investigación científica y tecnológica e innovaciones, destinadas a combatir el sobrecalentamiento ambiental y el hambre.

4. La lucha es necesaria pero ya no entre bloques de estados, anclados en la vieja lógica, residuo anacrónico de las dos guerras mundiales, sino para salvaguardar los recursos y la belleza de nuestra Tierra, para garantizar la habitabilidad y la felicidad de las generaciones futuras.

5. La política, tanto a nivel territorial como global, debe promover la educación en el respeto y la cooperación entre las personas y los pueblos, en la conciencia de que ésta es la única forma de beneficiar a todos.

6. En la base educativa de los niños y jóvenes se hace necesaria una organización del conocimiento en red, generando un “aprendizaje colaborativo” a través del cual los niños y jóvenes puedan compartir pensamientos y sentimientos con los demás, para un bien común mayor, del cual la paz entre los pueblos es una condición de esto.

7. Todo ello encaminado a producir una “política de la biosfera”, encaminada a conectar a todos los seres humanos (hoy posible con Internet), haciéndolos percibir como un único organismo vivo.

8. Los programas de educación mundial deben hacer indispensable una "empatía global" capaz de crear una "conciencia biosférica".

9. Solo considerando a nuestra madre Tierra como un "bien común" esencial podremos intervenir efectivamente para la protección de nuestro planeta, comprometiendo todas las fuerzas socioculturales, la investigación científica y la producción tecnológica para una evolución ética, material y el bienestar espiritual para toda la humanidad.

10. La lógica de la guerra sólo puede ser sustituida por la lógica de la cooperación.

Nuestra intención,con este mensaje, es hacer que todos los gobernantes reflexionen sobre el hecho de que las guerras son absolutamente inconvenientes y en contraste con el interés de las naciones individuales, ya que son todas partes de una unidad global, ahora interconectadas a nivel económico, social y espiritual.

La concienciación de las poblaciones y la presión sobre los gobiernos son fundamentales para lograr esta meta trascendental, que ahora es vital para nuestro planeta Tierra.

Gaetano Mollo - Ex profesor titular de Filosofía de la Educación - Universidad de Perugia

Luigi A. Macrì - Ex Decano / Director de Colegios/Institutos de todo tipo y nivel