El 28 de diciembre de 2020 sufrí una caída de más de dos metros de altura. Acudí al servicio de urgencias del hospital de traumatología y ortopedia del IMSS; en este lugar me atendió un residente de medicina, quien a pesar de la impresión radiológica, su diagnóstico fue esguince de tobillo de segundo grado, mandándome a mi domicilio con una férula. Pasaron los días, el dolor aumentaba y la inflamación persistía. Yo acudía constantemente a la UMF en donde médicos generales sin ver radiografías y haciendo caso omiso a lo que yo expresaba y lo que a simple vista se podía observar, me manipulaban y me ponían hacer ejercicios físicos que me lastimaban más.

El 25 de enero del 2021 acudo a consulta con un especialista particular. Él me toma nuevas radiografías y una tomografía. En estas imágenes se reveló que tenía una fractura de cuerpo de astragalo, además de desgaste de cartílago. El médico particular  me dijo que requería una cirugía urgentemente. Acudí a urgencias de nuevo para que me aclararan el error que cometieron con el primer diagnóstico y solo se hicieron "de la vista gorda". Por este motivo tuve que asistir al servicio médico particular. El 27 de enero de 2021 me realizaron una cirugía para reparar el daño, está cirugía de 30 000 pesos fue costeada por mi y mi familia, teniendo que pedir dinero prestado a diferentes medios. El IMSS no se hizo responsable absolutamente de nada. Desde entonces yo he costeado rehabilitación, medicamentos, consultas, infiltraciones, gastando muchísimo dinero. Todo esto a pesar de no tener trabajo, puesto que la lesión que padezco no me permite caminar y permanecer parada por más de 2 horas. Con el tiempo, mis huesos y músculos se han desgastado y recientemente me diagnosticaron Necrosis de cuerpo de astragalo de 2/3, teniendo que recibir una nueva cirugía.

Desde la primera cirugía sufro de dolor crónico, dolor que no cede con los analgésicos, ni tomados, ni inyectados, además de inflamación persistente. Esto me impide caminar y trabajar adecuadamente y de manera constante. Si pierdo mi trabajo perdería también el seguro médico, por ende no tendría cómo recibir atención médica ni un ingreso económico. Me siento muy preocupada puesto que la cirugía tiene un costo de 120 000 pesos en un servicio particular, más consultas, rehabilitación, medicamentos, etc, dinero que de ninguna manera puedo costear si no tuviera el servicio público gratuito.

Mi situación empeoró por un mal diagnóstico del IMSS y ahora ellos me niegan apoyo que como derechohabiente me corresponden, como la incapacidad y gastos correspondientes al tratamiento que tuve que costear yo misma. Por favor ayúdenme a que ellos se hagan responsables y me brinden el apoyo que ahora necesito.