La sociedad tiene una deuda con las personas víctimas del Coronavirus, que han pagado el precio por los riesgos para la salud asumidos con el propósito de salvaguardar la actividad económica.

La actual pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto la necesidad de cuidar el medioambiente. El equilibrio ecológico y la biodiversidad son esenciales para frenar la propagación de epidemias en animales y su transmisión a seres humanos.

En España, Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha enfatizado el valor de los bosques como “el mayor sumidero de carbono gestionado que conocemos, termostato de nuestro clima y también una fuente de generación de empleo a escala global.” Este año comienza el Decenio de la ONU sobre la Restauración de los Ecosistemas, propuesta que está alineada con el objetivo de plantar 3000 millones de árboles para 2030 (Estrategia de la Unión Europea sobre Biodiversidad), y España aún está lejos de alcanzar los objetivos contra los gases causantes del efecto invernadero.

La declaración de zonas protegidas, que contribuye a la protección del medio ambiente, sería el mejor homenaje a quienes han sufrido las consecuencias de la pandemia.

Por todo ello solicitamos:

• La creación de un nuevo parque nacional, a elegir entre aquellos espacios que postulan, o podrían optar a ello.
• La plantación en el perímetro del preparque de un árbol autóctono por cada persona fallecida por coronavirus.