Pídele a los Reyes una cosa más. 

Pídeles que tus regalos los compren en un comercio cerca de tu casa, en los negocios independientes que dan forma y vida nuestro pueblo. 

Si consigues que lo hagan, estarás ayudando a que pase todo esto:

• Más dinero para tu comunidad: De cada 100 euros gastados en el comercio local, 45 se quedan en la economía local, mientras que las grandes superficies sólo reinvierten 15 de cada 100. 
• Crecimiento compartido: Los comercios locales producen más ingresos, empleo y aportaciones a la comunidad, siendo más propensos a utilizar los servicios que ofrecen otras empresas locales y a anunciarse en medios también locales.
• Diversidad: Los comercios locales otorgan diversidad, combaten la homogenización (¿de verdad nos gusta que todas las ciudades parezcan la misma?), generan comunidad y dan caracter a nuestras calles. 
• Más sostenibles: Los comercios locales importan menos, mueven mercancías desde la proximidad y, por tanto, generan con el transporte de lo que venden muchas menos emisiones de Co2.

Todo lo bueno que le pase a los pequeños comercios a tu alrededor, genera un mejor reparto de la riqueza, mantiene el tejido social, barrios más habitables ciudades y pueblos más sostenibles en los que vivir. 

¡Firma tu carta a los Reyes!