El contexto global actual nos ha forzado a reflexionar sobre los impactos que han generado las actividades humanas alrededor del mundo, una de ellas, la industria agroalimentaria. 

Los cambios sociales, ambientales y alimentarios que requieren países como México afectan intereses económicos de la industria química trasnacional, no obstante, México se encuentra en un momento vital para la transición hacia un sistema agroecológico justo, saludable, con soberanía alimentaria y sustentable.

A partir de esta transición, México puede producir lo suficiente sin el uso de sustancias agrotóxicas y transgénicos. Exigimos a la SADER ajuste sus políticas y programas a modelos alternativos como el agroecológico y no promueva el uso de agroquímicos como el glifosato, el cual ha demostrado ser altamente riesgoso para la salud de las personas y los agroecosistemas, y vulnera nuestros derechos humanos básicos como el derecho a la salud, el derecho a la alimentación y del derecho a un ambiente sano.