La ley aplicada por la Junta de Castilla y León obliga a las explotaciones ganaderas a que sacrifique todas sus reses en caso de que den positivo en alguna enfermedad aún estando todas sanas. El procedimiento después de encontrar a una vaca enferma consiste en sacrificar a toda la explotación y postmórtem realizar unas pruebas para ver si están sanas pudiendo incluso pasar a la cadena alimenticia dándole al dueño una indemnización ridícula. Esto ha ocurrido 3 veces en los últimos 2 años solo en la zona de Riaño (León) y algún ganadero sigue, meses después, sin cobrar ni un euro, pero lleva ocurriendo años en muchas más zonas de España. Esto tiene que cambiar debido al impacto ambiental, económico y psicológico que esto conlleva. Firma esta petición para que esta injusticia no se lleve más a cabo. Los ganaderos y la España rural variada bastantes problemas tiene para seguir adelante que aún se le imponen más trabas.