Ante la falta de adjetivos que expresen un hecho real no existente en el castellano, propongo:

Podrítico.- el mal uso de la política en beneficio propio, merece un adjetivo peyorativo, por supuesto evidenciado con las leyes judiciales que así lo ameriten.

Damallera.- Ante la efervescencia del feminismo, lo cual apruebo, también considero conveniente aplicar este término a acciones que la mujer puede realizar como cortesía a un hombre, ej. Cambiar la llanta de un carro, cederle el asiento, abrirle la puerta, etc.

Bonadilla.- el término pesadilla, hace alusión a contenidos de terror o miedos, sin embargo hay sueños con contenido bonito, hermoso, o feliz.

La RAE, el lenguaje castellano, y las nuevas generaciones y por supuesto la lingüística,  semántica y sintaxis se ven involucrados.