En los últimos 20 años, Argentina pasó de ser un país de paso a un país de consumo  de estupefacientes y se estima que más de la mitad de los casos de inseguridad están relacionados directa o indirectamente con el consumo de drogas.

La sociedad argentina está enferma, y la plaga toma, vende o trafica drogas. 

Este nivel de contaminación no se consigue sin el apoyo o el visto bueno de los centros de poder.

Es sabido que hay municipalidades donde el intendente, el jefe de policía y el juez de turno son traficantes. La pregunta es hasta dónde llega la corrupción?

Por eso, Señor presidente Mauricio Macri, pedimos que todo político que quiera postularse a un cargo público de acá en adelante en cualquier nivel y cualquier poder empezando por las próximas elecciones de 2019, tenga que pasar un control antidoping. Y que no pueda ser candidato en caso de demostrarse que esa persona consume drogas.

Hay trabajos con menor responsabilidad tanto en el ámbito privado como público donde se requiere un estudio psicofísico y de drogas. Con mucha más razón deberían pasarlos aquéllos que rigen los destinos del país.

Los argentinos nos merecemos representantes que tengan pleno control de sus facultades mentales y que sus lealtades sean para con nosotros y no una adicción.

Es evidente que esto no va a resolver todos los problemas del país. Pero los abajo firmantes pensamos que es importante y necesario para empezar a sanear el país de esta enfermedad terrible de inseguridad que nos aqueja.