Doña Hilda 72 Años, quedo viuda de su compañero de la vida, hace ya cuatro años, desde estos mismos es paciente oncologica, y viene padeciendo y luchando, batallando una ardua, ofensiva, angustiante, dolorosa y despiadada lucha, contra un cancer de cuello uterino, despues de operaciones, intervenciones quirurgicas, decenas de estudios, y tantas otras sesiones de quimioterapia, se logro que quedaran controladas, pero luego al cabo de un tiempo, entre controles de seguimiento, volvieron a reaparecer, resurgir las celulas malignas, y otra vez la odisea, un nuevo calvario en medio de tiempos en plena pandemia, desde alli todo se dilato, todo se postergo, no se si por burocracia o negligencia, o falta de sentido comun, a partir de alli todas insertidumbres y dudas, la cuestion es que a Hilda, a todo esto se le genero, ocaciono y causo una deficiencia renal severa en proceso de evolucion, se le realizo una nefrostomia, se le colocaron cateters doble J bilaterales en ureters, desde alli, evoluciono faborablemente, se le realizo tratamiento de quimioterapia, no dio el resultado esperado, el profesional interviniente, el Dr del centro oncologico, al ver que el tratamiento no dio resultado, evaluo e indico un nuevo tratamiento, quimio mas radioterapia, a todo esto volvio a experimentar un cuadro renal severo en progreso, a raiz de que la prepaga se tomo su tiempo evaluando el caso en auditoria medica, el medico profesional tratante, especializado en urologia y nefrostomia, indico cambio de cateters doble J bilaterales, con extremada urgencia, hasta el dia de hoy mi Madre, sus hijos, sus nietos, toda su familia y sus afectos, seguimos esperando el milagro, somo de Fe, pero seguimos esperando que la prepaga considere la situacion del caso en particular y actue en consecuencia, asi le realizen el cambio de cateters y a partir de alli comenzar el tratamiento de quimio mas radioterapia, indicado y solicitado con extremada urgencia, por el Dr oncologo, y asi tener la posibiladad de encontrar un poco de paz, alivio, tranquilidad y confianza.  Gracias. Saludos. Marcelo Di Martino.