Este nuevo tipo de ciudad se basa en la protección del ecosistema, la participación social y el desarrollo económico, lo que aporta una gran multitud de aspectos positivos: como la mejora de la salud ciudadana ya que este tipo de ciudades se caracteriza por la existencia de zonas verdes, y por espacios en los que los ciudadanos puedan pasar su tiempo libre, además a través de los árboles se logra una mejora de la calidad de aire y una reducción de la polución.

Por otro lado la aplicación de medidas para el ahorro energético unido a la reducción de los residuos y el reciclaje, permite reducir notablemente el impacto medioambiental. También contamos con la mejora en el transporte debido a que la gestión del tráfico de forma inteligente llevada a cabo en este tipo de ciudades favorece una circulación más fluida. Por ejemplo realizar un parking público  en cada entrada de la ciudad para evitar una masiva circulación y a la vez reducir las emisiones de CO2. Para finalizar, estas medidas en la regulación del tráfico y tecnologías como la iluminación led  permiten una mejora de la movilidad, como la creación de un carril bici mas grande y seguro y unas aceras en mejor condiciones para aportar una mayor seguridad a los ciudadanos y aumentar el turismo, así a la vez incrementar el desarrollo económico