A pesar de la represión vamos avanzando. A pesar de la criminalización de nuestros derechos, las voces de la ciudadanía se sienten. La acción concertada, masiva y positiva de las y los cubanos, y de las y los amigos de Cuba en todo el mundo, impactan y alimentan la esperanza de nuestras libertades. 

A un año de la revolución ciudadana del 11j, de nosotros y nosotras, fundamentalmente, sigue dependiendo que todas y todos quienes cumplen injustas condenas en las cárceles cubanas salgan en libertad. Definitivamente. Pidiendo su libertad al unísono, como hemos venido haciendo, y pidiendo al mismo tiempo una Amnistía por y para todos/as. También demandando el fin de ciclo para la prisión por razones políticas. Por eso debemos alzar la voz para despenalizar el disenso. Con el nuevo Código Penal el gobierno cubano persevera en la criminalización de nuestros derechos fundamentales. Y frente a las claras demandas de libertad de la ciudadanía.

Su firma, aquí, sería un respaldo, desde la ciudadanía global y cívica, a la ciudadanía legal que cubanos y cubanas están ejerciendo dentro y fuera de Cuba reclamando la Amnistía y el fin del castigo al disenso.