Las mujeres hemos venido conquistando espacios en diferentes ámbitos de la sociedad pero aún queda mucho por recorrer, especialmente en la política. La mayoría de quienes resultan electos en diferentes cargos tanto a lo interno de los partidos como en espacios públicos son hombres y hay una evidente sub representación de las mujeres. 

Si las mujeres participamos más en política alcanzaremos el desarrollo sostenible más rápido, el éxito de los acuerdos políticos aumenta sus probabilidades, la agenda pública se inclina  más a la solución de los problemas sociales que tanto nos afectan, podemos administrar mejor el presupuesto público y somos más incluyentes.  

Siempre tenemos una mujer a la que admirar, por sus logros académicos, por su determinación para la superación de problemas, por su ímpetu en el trabajo comunitario, por el amor que imprimen a sus familias, por la dedicación para enseñarnos, porque siempre tenemos madres, amigas, abuelas, maestras y también queremos diputadas, ministras, gobernadoras, presidentas a quienes recordar por su buena gestión y su compromiso por el desarrollo del país y el mundo. 

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