Durante años los gobiernos han jugado con la Ley de Educación a su antojo, cuando la EDUCACIÓN peligra en nuestra sociedad, como estamos viendo y viviendo los docentes cada curso, y por supuesto, las familias.

Eso sí, una ley de educación acorde con la sociedad actual y que se pueda poner en práctica de manera REAL.

Lo más importante de la ley de educación no puede ser si la asignatura de religión católica es optativa o no. ¿No deberían ser lo primero la Educación y la Sanidad? 

Señores políticos, con sus sueldos y asesores desorbitados, siéntese de una vez para consensuar una LEY DE EDUCACIÓN responsable, consensuada y blindada para que no pueda cambiarse cada vez que cambia el gobierno. 

Para terminar sólo decir que tengan en cuenta también la opinión de todos los ciudadanos y ciudadanas, de la manera que estimen más oportuna. Y aprovecho para pedirles que se traten con más respeto, porque a veces (demasiadas, quizás) dan vergüenza ajena. 

Espero que la formación de este gobierno tan diverso sea enriquecedor y no piensen sólo en los próximos votos. 

¡Anímate a firmar esta petición para una mejora de la educación!