Todos hemos escuchado que en las fiestas patronales, en los festejos religiosos de las personas y las fiestas nacionales se tiene la costumbre de lanzar cuetes (explosivos qué emiten ruido explosivo muy fuerte).

Estos son muy  peligrosos, poniendo en riesgo a los que los fabrican, almacenan y encienden, ocasionando pérdidas materiales, provocan lesiones por quemaduras, pérdida de dedos, manos, ojos, etcétera.

Además ocasionan daños a la salud como pérdida de la audición, aparición de tinnitus (zumbidos en los oídos) y a las personas con problemas psiquiátricos le pueden ocasionar graves alteraciones, los animales también son afectados ya que sus sentidos son más sensibles qué los nuestros, produciendoles crisis de ansiedad, terrores y algunos pueden hasta morir de un susto.

Finalmente el uso de pólvora disminuye drásticamente la calidad del aire que respiramos y daña irremediablemente el medio ambiente.

Los gobiernos han intentado prohibir esta práctica, pero han fracasado debido a la que se encuentra fuertemente arraigado en la cultura religiosa de las personas; debido a esto los únicos que pueden acabar con esta costumbre retrógrada son aquellos que lideran la fe de las personas, los sacerdotes católicos.

Es por esto que le pedimos a su santidad el Papa Francisco I que ordene a todos los sacerdotes y miembros de la iglesia católica qué suspendan el uso de pirotecnia en cualquier tipo de celebración.