Ellos son Angi y Juan Martín. Angi es Acompañante Terapéutica, y Juan Martín tiene TEA (Trastorno del Espectro Autista). Ellos van juntos al jardín todos los días, porque Juan tiene necesidades especiales. Con sus 4 años, aún no logró dejar los pañales, aunque lo intentamos mil veces y lo seguimos intentando, él no lo comprende. Juan no desarrolló lenguaje, no habla. No dice ninguna palabra, sólo algunos balbuceos sin sentido, lo que se llama la ‘jerga autista’. Su comunicación no verbal es muy limitada, te lleva de la mano al lugar o a los objetos que quiere, y no responde con normalidad a lo que le pidas.
Desde que Angi lo acompaña Juan progresó un montón. Angi le enseñó a sacar y guardar su taza y su tapper de la mochila, a sacarse solito la campera, a permanecer sentado a la hora de compartir la merienda con sus compañeritos, y muchas cosas más. Tantas, que sus papás y su hermana mayor estamos sorprendidos de sus logros, y definitivamente creemos que Angi tiene alguna clase de superpoder.
Angi es la Acompañante Terapéutica de Juan desde Julio de 2018. La obra social que tiene Juan es OSDOP, es la que tengo yo y tienen mis hijos, porque soy docente de escuela privada. OSDOP, en abril de este año nos comunicó tanto a Angi como a mí, que la prestación del acompañamiento terapéutico de Juan estaba aprobada y cubierta para todo el 2019, de marzo a diciembre. Pero... Si, PERO.
Pero OSDOP, le pagó a Angi la prestación del mes de MARZO, recién en el mes de AGOSTO. Y después de eso... NO LE PAGÓ MÁS. Cada vez que nos comunicamos por teléfono nos dicen a las dos lo mismo: ‘los acompañantes terapéuticos no están en el mismo convenio que todos los demás prestadores, y se les paga con un recupero de devolución de prótesis y medicamentos que viene de la Superintendencia de Servicios de Salud. La Superintendencia no manda el giro, y sin ese giro, no hay fondos para pagarle a los acompañantes’. Esa es la respuesta que da OSDOP.
Con toda la incertidumbre de no saber si es o no así, esperamos, y seguimos esperando. Pero sabemos que en este país nada es gratis, y que cuando a Angi le llega la cuenta de la luz, la del gas, o el día de pagar el alquiler, no puede decir que ‘la Superintendencia no manda el giro, y sin ese giro yo no te puedo pagar’.
Entonces, aunque Juan tiene su Certificado de Discapacidad vigente y de acuerdo a la Ley de Discapacidad, la obra social tiene que cubrirle todas las prestaciones, acá estamos, ya no podemos esperar más.
Si Angi no cobra su trabajo de todos los meses con normalidad, no va a poder seguir yendo todos los días con Juan al jardín. Si Angi no puede ir con Juan al jardín, él no esta en condiciones de ir al jardín solo, así que Juan se queda sin jardín. Juan se queda sin escolarizar, por la negligencia de OSDOP.
Escribo esto porque ya no sabemos que más hacer. Ojalá llegue a alguien que pueda hacer algo para que las cosas cambien.
María Silvia, mamá de Juan Martín.
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