Soy Bárbara, una vecina de Valencina de la Concepción y miembro de la plataforma ciudadana Valencina Sostenible. Cada día me desplazo a Sevilla a la oficina. En mi camino en bicicleta veo como cada mañana decenas de aspersores de los jardines del Monasterio de la Cartuja riegan la pradera de hierba, malgastando miles de litros de agua, tan escasos y necesarios.

La situación actual de sequía en la que se encuentra España, incluso Europa, está llevando a tomar medidas extraordinarias de restricciones para el ahorro de agua en regiones en las que tradicionalmente el agua ha abundado.

Sin embargo, en la gestión de las zonas verdes de Sevilla no parece que se haya tomado ninguna medida de ahorro, permitiéndose el lujo de despilfarrar un agua que no tenemos asegurada y que simplemente se usa con un fin estético para mantener la hierba verde durante todo el verano. Desmontemos el tópico de que es fundamental mantener la hierba verde en un parque o jardín urbano, porque conforme a los ciclos naturales de nuestro clima, la hierba amarillea y se seca en verano y en las siguientes lluvias volverá a brotar de forma natural. 

Por ello pido al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, como gestores de las zonas verdes del Monasterio de la Cartuja que tomen medidas para hacer una gestión del agua eficiente, sostenible y solidaria, ya que el agua con la que riegan hoy puede ser el agua que nos falte mañana para beber o que abastezca nuestros ríos secos, con ello así lograremos proteger la naturaleza y adaptarnos a los efectos del cambio climático.