El proyecto de ley 83 de 2022 busca eliminar las tarjetas profesionales de varias profesiones y esto debe extenderse a la psicología. En la ley 1090 de 2006 el Estado colombiano le entregó al Colegio Colombiano de Psicólogos la función pública de emitir las tarjetas profesionales (TP) y Colpsic ha cobrado por esta labor. Hay varios puntos en contra para las TP en nuestra profesión:

1. El costo de producción de una TP es tan solo de COP$100.000 y se ha cobrado comercialmente hasta $500.000, 5 veces más que su valor real.

2. Producto de ese recaudo, Colpsic tiene un presupuesto anual de $6.000 millones que no repercute en la calidad de vida laboral y relevancia del gremio en la vida pública como se puede ver en la ausencia de rendición de cuentas o informes de impacto social.

3. Hay una auditoría con hallazgos por malversación de fondos por personal del Colegio en viajes internacionales con viáticos suntuosos y con dineros provenientes de las TP y que no recibió algún tipo de investigación por las directivas.

4. El cargo de presidente de Colpsic gana casi 20 millones mensuales proveniente de las TP, a pesar de la disparidad que existe con colegas que no alcanzan a recibir más que 1 millón mensual, lo que lo convierte en un salario indecentemente alto en relación con lo que gana la mayoría del gremio.

5. La TP tiene un pésimo servicio de producción y distribución, lo que la convierte en un requisito inútil y, en muchos casos, sus demoras han perjudicado a colegas que estaban a punto de ser contratados.

6. La TP no certifica idoneidad profesional, experiencia laboral o antecedentes disciplinarios. La validez del título profesional la puede verificar el empleador directamente con la institución de educación superior

7. La psicología es una ciencia social.

Señores del Congreso de la República: No debería haber tarjetas profesionales para psicólogos. No más tarjetas hechas por Colpsic, ni por nadie.