Con la escasez de agua que vivimos y con los pronósticos nada halagüeños para el futuro de más sequía y desertificación, me parece increíble que estemos gastando agua potable en la actividad de quitarnos la arena de los pies y la sal del cuerpo cuando vamos a la playa.

Primero, quitar la duchas, pues todos, sí o sí, nos ducharemos  en casa después de estar en la playa. 

Y los lava pies, que tengan agua pero procedente del mar. Para quitarnos la arena, no necesitamos agua potable.  El agua del mar es válida para este uso. De hecho, limpiamos de arena el palo de las sombrillas o  los juguetes de los niños mojándolos en la orilla. Lo mismo podríamos hacer con los pies.

¿Qué creo que habría que hacer? Poner conducciones a los lava pies  desde el mar. Que el suministro sea de agua de mar, no de la red municipal de agua potable. No creo que esto suponga un problema irresoluble de ingeniería. Lo que no podemos es seguir utilizando agua potable, pues ésta es y será necesaria dedicarla, cada vez más exclusivamente, para consumo humano y agricultura. Y ya estamos viendo lo que está pasando en muchas playas: simplemente cortan el suministro a estos dispositivos y con razón.