No puede ser que recibamos hasta 30 llamadas diarias publicitarias de servicios financieros de bancos como créditos preautorizados, tarjetas de crédito, transferencia de deudas y todo lo que se les ocurra.

El registro (REPEP) de la Profeco no sirve para nada y los bancos contratan compañías con cientos de números telefónicos diferentes para que no puedan ser bloqueados.

Tiene que haber un SI/NO definitivo con el cual podamos bloquear/aceptar este constante y desagradable acoso.

Muchas llamadas que en ocasiones esperamos se pierden por pensar que son estos bancos, aparte de la distracción constante a todas horas del día.

Adicionalmente, dan entrada al fraude telefónico ya que muchas personas puede confundir estas llamadas bancarias.

La regulación no debe ser solo para los bancos, sino también para las empresas llamadas call-centers, ya que cuando dejen de hablar por los bancos, buscarán otro tipo de clientes para seguir llamando.