Mejorar el tratamiento ineficiente de la actividad escolar durante la pandemia

Mejorar el tratamiento ineficiente de la actividad escolar durante la pandemia
Los abajo firmantes, “docentes y no docentes, agremiados y no agremiados” de Jesús María y Colonia Caroya queremos hacer llegar a Ud. nuestra profunda disconformidad por el ”tratamiento ineficiente que se le dio a la actividad escolar durante la pandemia”.
Fundamentamos nuestro descontento basados en los siguientes hechos a exponer:
- Falta de planificación de acciones a seguir en pandemia para el ciclo lectivo 2021. Entendemos que el contexto 2020 fue de emergencia, pero el desgaste psicofísico que eso ocasionó - pues debimos dedicarnos las 24 horas del día y los siete días de la semana- no es posible de cuantificar o de valorar en términos de salud física y mental. Esto se toleró porque la situación así lo requería y/o ameritaba. Sin embargo, es imposible permitir/ sostener en el presente ciclo lectivo.
- El grado de improvisación en el año en curso salta a la vista, ejemplo de ello son todas las órdenes/resoluciones constantes y contradictorias a las que hemos estado sujetos desde que comenzamos en Febrero, algunos ejemplos, los más notorios son:
- Cambios en el sistema de calificación (primero un buen desempeño merecía un muy logrado-ML-, en otros momentos fue muy satisfactorio- MS- y en otros, una nota cuantitativa).
- Desorganización de clases y de materias: algunas mágicamente se convirtieron en talleres, otras se aglutinaron/fundieron hasta ser una sola materia (educación física y música, por ejemplo), otras perdieron todo su espíritu y se dictaron de manera virtual (teatro, es otro buen ejemplo). Todo ello sin ninguna planificación previa y apelando a la buena disposición de los encargados de dictar las clases.
- Cambios constantes y permanentes de horarios, que al día de la fecha siguen produciéndose.
- Disminución y/o pérdida de medios de transportes públicos, lo que implicó un gasto extra que se debió solventar sin protestar y sin recibir ninguna ayuda extra por parte del Estado.
Esta “dinámica” instalada por su Ministerio nos coloca a nosotros, a los docentes y no docentes que sí estamos frente a los alumnos teniendo que dar respuestas, en las antípodas de cualquier objetivo pedagógico serio que de verdad pretenda una educación de calidad. Y nos sume en un stress nocivo, dañino y difícil de imaginar.
Es por ello que, como profesionales de la educación exigimos:
- Resignificar las autonomías escolares como pilar fundamental que asegure la igualdad y la equidad muy declamada y escasamente asegurada.
- Escucha activa de sugerencias de los docentes.
- Planificar con una proyección de 3/6 meses (como se nos exige a nosotros), para generar un mínimo de estabilidad necesaria para el logro de un aprendizaje significativo en los alumnos y un clima de trabajo menos alienante para nosotros.
- Respetar el rol docente, revalorizando la autoridad pedagógica, liberada de órdenes que desautorizan constantemente y que acarrean un desgaste de la figura del profesor, que difícilmente se logra luego revertir.
- Restringir el pedido de actividades en días feriados o fuera de la carga horaria dado que dicha situación se implementó por la emergencia 2020, pero subsiste a la fecha y resulta innecesaria, desconsiderada y no concordante con los principios básicos de derechos de los trabajadores receptados en nuestra ley madre.
Sin otro particular, nos despedimos muy atentamente.-