Sra. Ministra Soledad Acuña

POR FAVOR, PIENSE EN LOS NIÑOS. No es necesario que vayan a la escuela para enfermarse y contagiar a sus familias y a los docentes. NO LOS EXPONGA. NO NOS EXPONGA.

Soy una abuela de siete nietos, pero también me siento abuela de muchos otros niños que, de una manera u otra, siento que debo cuidar: mis vecinitos, los hijos de las señoras a las que ayudamos desde la parroquia, y todos los que no conozco, pero son el futuro.

Desde que nos pidieron que nos quedemos en casa, no sólo mis hijos, sino también el Gobierno de la Ciudad me pedían que no saliera. Hasta me llamaban por teléfono para ofrecerme voluntarios.

Y yo me enojaba, porque no quería que jóvenes como mis nietos mayores se pudieran contagiar. Ellos tienen toda la vida por delante. Después entendí que yo misma podía contagiarlos si no me quedaba en casa.

Ahora, que hay más enfermos y muere más gente, por favor, QUE LOS NIÑOS NO VAYAN A LAS ESCUELAS. Sé que muchas de ellas no están en condiciones de higiene y que hay poco personal para limpiarlas.

¿No hay voluntarios para llevarles las computadoras a sus casas? ¿ El Gobierno no puede pagar internet?

Espero que piense, Sra. Ministra, como política, pero sobre todo como madre.